El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha presidido hoy la puesta en servicio del nuevo tramo de la autovía B-40, entre los municipios de Olesa de Montserrat y Viladecavalls, en la provincia de Barcelona, tras una inversión histórica de 293 millones de euros (IVA incluido). Una infraestructura clave para transformar la movilidad e impulsar el crecimiento de la zona, ya que acerca dos motores industriales de gran importancia: El Baix Llobregat y el Vallès Occidental.
Durante su intervención, el titular del Departamento ha ratificado su compromiso con el impulso de la carretera y ha anunciado que esta semana, tras alcanzar un acuerdo con la Generalitat de Cataluña, se cerró el texto del convenio que permite dar continuidad a la autovía de la B-40 con la construcción de la Ronda Nord, entre Terrassa y Sabadell. “Crearemos así un corredor vital que conectará las dos capitales del Vallès y aliviará el tráfico de ambas ciudades. Tras este acuerdo, ya se ha iniciado la tramitación del convenio”, ha explicado. Una vez finalizada la tramitación, se podrá proceder a su firma.
El texto acordado contiene los términos recogidos en el protocolo que se firmó el pasado verano:
- El Ministerio aportará 200 millones de euros.
- La Generalitat redactará los estudios y proyectos, integrando el consenso político que expresaron los municipios afectados.
- Al cumplir una función de largo recorrido, el corredor seguirá siendo de titularidad estatal y por eso la aprobación definitiva de los proyectos corresponderá al Ministerio.
Nuevo tramo de la B-40 entre Olesa y Viladecavalls
Una de las grandes actuaciones que se han concluido de la B-40 es el nuevo tramo abierto hoy entre Olesa y Viladecavalls, que da continuidad a los que ya existían desde 2010. Una infraestructura clave para el crecimiento industrial y empresarial de la zona, conectando de forma
directa las comarcas del Baix Llobregat y el Vallès Occidental, que constituyen el motor industrial de Cataluña.
En datos, el ministro ha detallado que el tramo inaugurado supone 6,1 nuevos kilómetros de autovía, para el que se estima un tráfico medio diario de 43.000 automóviles, de los cuales un 20% serán vehículos pesados. “Quien quiera ir de Sabadell hacia El Bruc, a partir de hoy recortará más de 13 kilómetros y se ahorrará 10 minutos”, ha explicado.
Esto se traducirá durante el primer año de explotación en una mejora de la eficiencia del consumo energético (ahorro total estimado de más de 28.000 toneladas de CO2), y en un ahorro en los costes operativos, medioambientales y de seguridad vial.
En este sentido, el tramo inaugurado convierte la B-40 en una vía alternativa de gran capacidad y seguridad que permitirá la conexión directa de la A-2 a la altura de Abrera, con la C-16 y C-58.
Esta infraestructura permitirá una redistribución del tráfico de medio y largo recorrido por la red de carreteras en Cataluña, mejorando la movilidad y seguridad de miles de usuarios.
En concreto, este nuevo tramo discurre entre la ribera oriental del río Llobregat y la autopista de peaje C-16 Terrassa-Manresa, atravesando la Serra d’en Ribes mediante los túneles de Voltrera, que han sido equipados con los últimos avances y tecnologías.
Se trata de un nuevo tramo de autovía con tres carriles por calzada de 3,50 metros (m), arcén exterior de 2,50m e interior de 1,50m; y cuenta con una mediana de anchura variable, con un mínimo de 3m. Se han construido ocho viaductos para salvar diferentes barrancos y cauces, así como para generar los viales necesarios para realizar los diferentes cruces.
En el nuevo tramo, destaca el mencionado túnel de la Voltrera, formado por dos tubos de unos 1.250 m de longitud, conectados por 4 galerías, una cada 250 m aproximadamente (dos peatonales y dos para paso de vehículos de emergencia).