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Testigo de un tiempo incierto – Solana, J. (Espasa,  2023)

28 febrer 2024

Premio Planeta 2023, Javier Solana describe, con la intensidad de haber sido uno de los protagonistas de primera línea y con abundancia de datos históricos, los hechos que han configurado el tiempo entre la caída del Muro y la invasión de Ucrania.

Javier Solana explica muy bien la naturaleza del libro en la Breve Nota del Autor, diciendo: “No es una biografía de su autor. Tampoco es un libro de historia. Ni por supuesto un libro de teoría política… Se centra fundamentalmente en cuatro actores esenciales: Europa, Estados Unidos, Rusia y China”. Por otra parte, señala, y a veces lo hace transmitiendo una gran emoción, la importancia de las relaciones humanas en los grandes acuerdos internacionales y la prioridad de la diplomacia sobre la guerra. El libro, a pesar de ser muy prolijo en datos, es de lectura fácil y amena, transmitiendo el carácter humano de los diferentes acontecimientos.

DE LA CIENCIA A LA POLÍTICA. Nos habla de su época de estudiante en Madrid, Londres y EE.UU., donde se doctora en Física, y de su incorporación como profesor a la Universidad Autónoma de Madrid. Militó en el PSOE en la clandestinidad.

En las elecciones de 1982, el PSOE gana de una manera arrolladora y Solana ocupa distintas carteras: Cultura y Deporte, Educación y Ciencia y finalmente Asuntos Exteriores. Esta última fue la palanca que le permitió ser secretario general de la OTAN y Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, desde donde vivió, en primera persona, los grandes cambios de la política mundial.

LA CAÍDA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA. Solana traza los pasos que propiciaron la desaparición de la Unión Soviética, que se inicia en 1989, con un discurso premonitorio de Gorbachov, y que se confirma con la caída del Muro de Berlín y la posterior reunificación de Alemania en 1990. Señala otro hecho significativo, y es la participación de tres países del Pacto de Varsovia en la coalición que derrotó a Irak, provocando el inicio de la desaparición del Pacto de Varsovia en julio de 1991.

El 19 de agosto de 1991, se produjo un golpe de Estado en Rusia que Boris Yeltsin detiene, pero como consecuencia, Gorbachov sale derrotado y Yeltsin se convierte en el líder de Rusia. Solana recuerda a Gorbachov como un líder reformista en su país y al servicio de la paz mundial, pero el 24 de agosto de 1991 Gorbachov dimite de los distintos cargos dentro del partido y como presidente de la URSS, después de que los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia decidieran disolver la Unión Soviética el 8 de diciembre.

La primera gran cumbre internacional (CSCE) de Solana como ministro de Asuntos Exteriores fue en julio de 1992, en Helsinki. Solana hace una valoración muy positiva de la cumbre, porque los países de la antigua Unión Soviética tenían una voluntad democrática inequívoca. Sin embargo, en la cumbre de la CSCE celebrada en Estocolmo en diciembre del mismo año, el ministro de Asuntos Exteriores ruso hizo unas declaraciones donde cuestionaba dichos acuerdos.

Solana destaca que, en la primera cumbre de la OSCE, sucesora de la CSCE, se acordó la desnuclearización de Ucrania, al mismo tiempo que se garantizaba su seguridad mediante un memorándum entre Ucrania y el Consejo de Seguridad de la ONU, incluida Rusia. Esta firma, junto a otros acuerdos de Ucrania con otros países vecinos, ayudó en aquellos momentos a mejorar la seguridad en Europa.

LA OTAN SE AMPLÍA HACIA EL ESTE.  Coincidiendo con la presidencia española rotatoria del Consejo de la Unión Europea, le proponen a Solana ser secretario general de la OTAN. La primera decisión que tomó como secretario general de la OTAN fue desplegar las fuerzas de pacificación en Bosnia bajo el mandato de Naciones Unidas. Destaca positivamente la inédita participación de tropas rusas junto a tropas de la OTAN. Solana cuenta que, con motivo de la desaparición del Pacto de Varsovia, se planteó tanto en Rusia como en Occidente la hipótesis de la desaparición de la OTAN, pero concluye que la OTAN no debe desaparecer por razones, para él, muy contundentes.

Primakov, como ministro de Asuntos Exteriores, no quería firmar un acuerdo con la OTAN, sino con Estados Unidos, pero finalmente aceptó negociar con la OTAN. Solana describe con detalle, y con una cierta emoción, cómo se iniciaron unas difíciles negociaciones y cómo, superando la desconfianza mutua, se firmó el Acta Fundacional en París el 27 de mayo de 1997. Describe con detalles la desenfadada comida después de la firma del acuerdo, y la emotiva despedida con Primakov.

TIEMPO DE TRANSICIONES. Explica los duros momentos que se produjeron al iniciar su responsabilidad en la OTAN con una operación militar en Serbia que, al final, propició el fin político de Milosevic, detenido en 2001 por crímenes de guerra. En 1999, Solana deja el cargo de secretario general de la OTAN antes de finalizar su mandato, al aceptar la propuesta para ocupar un nuevo, cargo creado en la Unión Europea, de Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC). El primer acontecimiento que tuvo Solana en su nuevo puesto fue la dimisión de Yeltsin y el nombramiento de Putin como su sucesor.

El primer conflicto al que tuvo que enfrentarse fue en el 2000 con motivo de la Segunda Intifada. Recuerda de una manera muy positiva a Kofi Annan, secretario general de la ONU, al que ya conocía, y con el que creó un cuarteto compuesto por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU para firmar un proceso de paz, que no se pudo llevar a cabo por intransigencia del primer ministro Israelí Ariel Sharon.

EL COMIENZO DEL SIGLO XXI. Coincidiendo con su estancia en Crimea, el 11 de septiembre de 2001, para celebrar la cumbre Ucrania-Unión Europea, se produjo el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, lo que de alguna manera marca el inicio del siglo XXI. El atentado provocó un ambiente global contra el terrorismo que marcó la política.

Poco tiempo después del atentado, se produce la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que la convertiría rápidamente en una potencia económica. Inmediatamente después de la entrada de China en la OMC, Bush pone en marcha el proyecto para construir un complejo sistema antimisiles, por lo que Estados Unidos salió del acuerdo del Tratado sobre misiles antibalísticos.

Sobre la siguiente guerra de Irak, Solana señala las grandes repercusiones negativas que tuvo en el futuro. El Partido Republicano quería iniciar una guerra preventiva para derrocar en esta ocasión a Hussein. En el debate en la ONU sobre el tema de Irak, se apreció que la guerra no tenía apoyos, pero eso no impidió que Bush decidiera invadir Irak. Aparentemente la operación fue un éxito, pero las consecuencias han sido muy negativas, ya que provocó la creación del ISIS.

EL DIFÍCIL PAPEL DE EUROPA. La guerra de Irak provocó división en la comunidad internacional, en la Alianza Atlántica y en Europa, pero también puso de manifiesto la necesidad de que Europa debía ser un actor principal de la política exterior y de seguridad. Para ello se creó la Estrategia Europea basada en el multilateralismo y en la utilización de la fuerza solo en última instancia.

De ese período destaca la petición de Zapatero a Solana de ayuda para que la retirada de las tropas españolas de Irak fuera de forma consensuada. Solana acordó con Condoleezza Rice, secretaria de Estado de Estados Unidos, el formato de la retirada y las tropas salieron el 21 de mayo de 2004.

En marzo de 2004 se produce la mayor ampliación de la OTAN con la incorporación de siete países, tres de ellos exrepúblicas soviéticas. Simultáneamente se produjo en la Unión Europea la mayor ampliación con la incorporación de diez países. Solana valora la incorporación de los nuevos países, como uno de los momentos históricos de la UE.

UCRANIA, LA OBSESIÓN DE PUTIN. Desde que Putin llegó a la Presidencia de Rusia ha pretendido que Ucrania estuviera bajo su influencia, y esa pretensión se convirtió en una obsesión a partir de las elecciones presidenciales ucranianas entre un candidato próximo a Putin y otro próximo a Occidente. Ganó el candidato de Putin, bajo la sospecha de que las elecciones habían sido fraudulentas, de tal manera que el Tribunal Supremo sentenció que no habían sido justas, lo que provocó la Revolución Naranja.

En Bruselas había una gran preocupación y grandes dudas por ser la primera vez que la Unión Europea intervenía para resolver un conflicto de una exrepública soviética. Finalmente, se acordó quitar competencias de la Presidencia para traspasarlas al Parlamento y al primer ministro. Se celebraron nuevas elecciones que ganó ampliamente el candidato prooccidental, pero la reforma constitucional aún complicó algo más la situación, viéndose Putin muy contrariado con la derrota de su candidato.

En la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2007 se invitó a Putin para que protagonizara la intervención principal, con objeto de favorecer la distensión. Pero su intervención fue una enmienda a la totalidad del nuevo orden internacional y acabó con el optimismo creado por las relaciones entre Putin y Bush a principio del siglo XXI.

UN MUNDO EN CRISIS. Ante la crisis de las hipotecas basura que se había producido en Estados Unidos, el primer ministro británico Gordon Brown organizó una conferencia en Londres, donde se concluyó que el contagio de Estados Unidos al resto no se produciría.

De nuevo, Solana introduce el tema de Rusia con motivo del fin del mandato de Putin y las elecciones correspondientes, donde Medvédev salió elegido presidente y Putin primer ministro. Este cambio produjo un cierto optimismo, aunque la invasión de Georgia por parte de Rusia acabó con él. Afortunadamente, la intervención de la Unión Europea acabó con la invasión, mediante un acuerdo de supervisión.

La crisis de hipotecas basura se extendía rápidamente y después de afectar a bancos pequeños, llegó la quiebra de Lehman Brothers y el inicio de una crisis económica global que afectó especialmente a los países desarrollados.

Solana pone ahora el foco en Estados Unidos, donde la llegada de Obama a la Presidencia provocó una gran ilusión en todo el mundo. Obama formó un gran equipo y fruto de ello fue la firma del nuevo Tratado de No Proliferación Nuclear. La Unión Europea seguía con interés las propuestas modernizadoras de Medvédev y se vio la posibilidad de que se hicieran juntamente con la Unión Europea. Con la idea de concretar esa colaboración conjunta, se celebró una cumbre Unión Europea-Rusia en la que Solana asistía por última vez como alto representante, quedando muy satisfecho de la velocidad con la que se llegaba a acuerdos.

LAS PRIMAVERAS QUE NO FUERON. Describe la preocupación de Rusia por las llamadas “primaveras árabes” En Libia hubo una represión brutal de Gadafi, lo que provocó una intervención militar que asumió la OTAN y que estuvo más interesada en derrocar a Gadafi que en proteger a la ciudadanía. La situación en Siria fue muy diferente, ya que en el Consejo de Seguridad de la ONU hubo muchos vetos. Solana recuerda que cuando Bashar al Ásad fue nombrado presidente, se preocupó por crear una buena relación entre la Unión Europea y Siria, pero el presidente tomó una deriva autoritaria que, tras una terrible represión, desembocó en una guerra civil.

En junio de 2012 se celebró la primera Conferencia de Paz en Ginebra convocada por Kofi Annan donde parecía que Estados Unidos y Rusia habían llegado a un acuerdo, pero resultó un fiasco y a partir de ese momento el apoyo de Rusia a Siria fue total, alargando así el conflicto y dejando a Siria destrozada y un desastre humanitario sin precedentes. Al comentar estos hechos, Solana trasmite una gran tristeza al ver que las primaveras árabes, que despertaron una esperanza, acabaron de forma tan trágica.

CRIMEA: EL COMIENZO DE LA GUERRA EN UCRANIA. En el 2012, finaliza el mandato de Medvédev y vuelve Putin a la Presidencia. Con la llegada a la presidencia de Ucrania del hombre de Moscú, tampoco se consiguió firmar un Acuerdo de Asociación entre Ucrania y Rusia. Debido a esta negativa, hubo represión e importantes manifestaciones, que de alguna manera fueron el detonante para la actual guerra ruso-ucraniana.

Tres días antes de la clausura los Juegos Olímpicos de Invierno de Rusia (2014) Putin se anexiona la península de Crimea. Un mes después, en la región de Donbás, se produce un conflicto armado entre fuerzas ucranianas y separatistas prorrusos apoyados por Putin. Solana cree que la respuesta internacional no fue contundente ante la gravedad de los hechos, causando un daño irreparable en las relaciones entre Rusia y Occidente.

Solana estuvo la última vez con Putin en noviembre de 2016, con motivo de la invitación a dar una conferencia sobre Primakov en Moscú. Recuerda, con mucho afecto, a Primakov porque lo consideraba un patriota ruso que consideraba que la cooperación entre Rusia y Occidente era posible y deseable. Finalmente, Solana, aprovechando su estancia en Moscú, tuvo una entrevista a solas con Putin sobre asuntos internacionales, donde las formas fueron correctas, pero la discrepancia fue total.

HACIA UN ACUERDO CON TEHERÁN. Como alto representante, resalta que uno de los temas más interesantes fue en 2015 la firma del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC, el acuerdo nuclear iraní) y la firma de los Acuerdos de París sobre el cambio climático. Solana detalla las dificultades que tuvo en las negociaciones con Irán por la desconfianza mutua y porque cuando se convocaron elecciones, los moderados perdieron. En un principio, la iniciativa la llevó la UE, pero a partir del estancamiento de las negociaciones, Solana pidió a Estados Unidos una mayor implicación. Al mismo tiempo, a la iniciativa europea se sumó China y Rusia. Solana cree que la llegada de Obama a la Casa Blanca y su compromiso con la no-proliferación nuclear, fue decisivo para avanzar en las negociaciones, pero lo que tuvo un definitivo empuje para el relanzamiento de las negociaciones fue la victoria de Rohani, viejo conocido de Solana y muy bien valorado, en unas nuevas elecciones. Aquí destaca Solana, una vez más, la importancia de las personas, ya que gracias a la valía de los negociadores nombrados por Rohani se pudo llegar a un gran acuerdo con Irán doce años después de que se iniciaran las negociaciones. Solana aprovecha la oportunidad para destacar la importancia de la diplomacia frente a las opciones militares.

LA PEOR PRESIDENCIA AMERICANA. La inesperada llegada de Trump a la Casa Blanca supuso un cambio radical en la política exterior norteamericana con la retirada de Estado Unidos de los Acuerdos de París contra el cambio climático. Tampoco firmó el Acuerdo Transpacífico a pesar de que Irán estaba cumpliendo los acuerdos. Consiguió algunos acuerdos entre Israel y algunas monarquías árabes, pero nunca tuvo presente a los palestinos. Se enfrentó a Europa por la contribución económica a la OTAN. Respecto de Rusia, tuvo una actitud equívoca. Su obsesión con China para reducir el déficit fiscal no consiguió sus objetivos. Las instituciones internacionales también sufrieron con las políticas de Trump, cuya consecuencia más grave fue la salida de Estados Unidos de la OMS.

Afortunadamente, en las elecciones de 2020 ganó Biden y eso supuso recuperar las buenas relaciones con sus aliados occidentales. Se volvió al acuerdo climático de París y se frenó la retirada de la OMS, pero persisten algunas tendencias en la política económica de proteccionismo y de mantener relaciones comerciales tensas con China.

ESTADOS UNIDOS Y CHINA: LA RIVALIDAD QUE DEFINIRÁ EL SIGLO XXI. Solana considera que el crecimiento de China es el hecho más importante de las últimas décadas. Los datos del crecimiento de China en el ámbito militar, de la economía y de la tecnología son espectaculares. El crecimiento nace entre 1978 y 1989 con las reformas aperturistas de Deng Xiaoping, al que Solana conoció y le causó una gran impresión por su sentido común, trataba siempre de quitar importancia a su fuerte crecimiento para no asustar a las potencias, señalando que la pobreza en China es muy importante.

Solana ha tenido la oportunidad de mantener contacto con China, al dejar la vida política, gracias a su colaboración con la Universidad de Tsinghua en Pekín, lo que le ha permitido seguir de cerca la Evolución de China a partir del nombramiento de Xi Jinping como máximo líder. Pronto se manifestaron sus ambiciones globales al negociar una serie de acuerdos de construcción de infraestructuras con países de Asia, Europa, África y América Latina, lo que le ha permitido tener acceso a materias primas fundamentales. Por otra parte, está su objetivo económico de ser líder manufacturero mundial, centrado en dos pilares: la inteligencia artificial y las energías renovables, basados en la masiva incorporación de universitarios de distintas especialidades.

Ante esta situación, Estados Unidas considera a China como una amenaza y en ese sentido se produce un cambio en su política exterior que China interpretó como un intento de frenar su ascenso. La tensión que provoca el ascenso chino entre ambas potencias, en ocasiones se compara con la pasada Guerra Fría, pero Solana opina que no es comparable, ya que entonces el enfrentamiento era por la lucha entre dos modelos opuestos y en la actualidad China con ciertas diferencias ha adoptado el sistema capitalista. Por otra parte, en la Guerra Fría del siglo XX, la relación económica entre las dos potencias era casi nula, sin embargo, las relaciones comerciales entre las dos potencias actuales son muy intensas.

Llegado a esta situación, Solana aconseja que se creen estructuras de gobernanza que favorezcan el diálogo para defender los bienes públicos a través de un acuerdo Estados Unidos con China, evitando brechas ideológicas. En la región Indo-Pacífico están las mayores oportunidades económicas, pero también los mayores riesgos debido al interés de China por Taiwán.

China también quiere ser defensora de la estabilidad global, como demuestra el acuerdo entre Arabia Saudí e Irán para establecer relaciones diplomáticas y quiere participar en la creación de las normas que regirán el orden mundial del siglo XXI. Solana aconseja que la competición entre Estados Unidos y China no termine en confrontación, ya que no existen riesgos a la existencia de ambos países y su PIB llegará al 50-60% para el año 2050. Solana recuerda que el histórico viaje de Nixon a China en 1972 ya señalaba la necesidad de llegar a acuerdos.

LA GUERRA DE PUTIN. En febrero de 2022, estando Solana en la Conferencia de Seguridad de Múnich, se produce un movimiento de tropas rusas en la frontera con Ucrania y aunque se apreciaba una gran preocupación, también había la confianza de que la invasión no se produciría, sin embargo, se produjo unos días después. La guerra es fruto de la obsesión de Putin con Ucrania, a la que considera una parte de Rusia.

Putin se equivocó con la posible división europea, ya que se produjo un cierre de filas para tomar todo tipo de medidas contra Rusia, como se vio en la Cumbre de la OTAN en Madrid en 2022. Putin justificó la guerra para impedir el crecimiento de la OTAN, cerca de su frontera, pero el resultado fue el contrario porque provocó la entrada de Suecia y Finlandia. La guerra ha puesto al mundo en un gran peligro, por un posible enfrentamiento Rusia-OTAN con armamento nuclear. Según Solana, las guerras se acaban con una victoria clara de uno de los contendientes o con una negociación, en el caso de la guerra contra Ucrania, las dos partes tienen posiciones muy alejadas. En medio de la guerra, se produce una revuelta militar (algunos analistas calificaron de golpe de Estado) del grupo Wagner contra Putin, que luchaba en Ucrania a favor de Rusia. La relación Rusia-Europa siempre ha estado presidida por la desconfianza, ahora la ruptura es total, al menos mientras Putin esté al frente de Rusia, sin embargo, Europa no puede olvidarse de su proximidad.

EUROPA. Para finalizar dedica su último capítulo a Europa y empieza afirmando que la integración europea ha sido un gran éxito, pero no es un proyecto terminado. El éxito no puede hacer olvidar las grandes dificultades sufridas. A modo de resumen, Solana hace una relación de esas dificultades: la crisis del euro, la crisis migratoria, el Brexit, Trump, la pandemia y la invasión rusa de Ucrania, pero curiosamente todas estas crisis han servido para robustecerse y avanzar en la unión.

Solana señala que la crisis de la pandemia sirvió para tomar medidas totalmente diferentes a la crisis financiera de 2008:  emisión de deuda conjunta y la creación de un ambicioso plan de recuperación económica, que ha abierto un camino para poder avanzar más.

La guerra de Ucrania provocó la unidad de la UE para ayudar al país invadido y cortar, en todo lo posible, la relación económica con Rusia, destaca el caso de Alemania. Además, esta guerra ha puesto al descubierto la excesiva dependencia de la UE para su seguridad económica y militar. Respecto de la dependencia militar, no se trata solo de incrementar el presupuesto, sino de que sea más eficiente, ya que la suma de los gastos militares de cada país de la UE es superior al de Rusia, India y Reino Unido Juntos

También propone que Europa sea cada vez más fuerte, por lo que hay que reforzar las relaciones para ir integrando aquellos países que aún no forman parte de la Unión. Pero la responsabilidad de la Unión no debe ser solamente de lo que ocurre dentro de sus fronteras, sino que debe llegar a la acogida de los ciudadanos que huyen de la guerra y de la pobreza. Para ello, en junio de 2023 se llegó a un importante acuerdo sobre migración: todos los países se comprometen a asumir la parte que les corresponda de acogida de migrantes y los que no la asuman, tendrán que compensarla con una aportación económica.

Otro de los objetivos fundamentales que señala Solana para la UE es una mayor integración fiscal. Con la emisión de deuda conjunta y la creación del fondo NextGenerationEU se ha dado un gran paso en esa dirección, que se deberá completar con unas nuevas reglas fiscales más sencillas y comprensibles. También abunda Solana la necesidad de tener una política industrial propia y profundizar en la investigación científica que permita una independencia tecnológica.

Finaliza los consejos para la Unión Europea explicando que el mundo multipolar va a obligar a incrementar relaciones, especialmente con el sur global, donde se van a producir los mayores crecimientos demográficos, y destaca que en la lucha por el cambio climático va a jugar un importante papel Latinoamérica, por lo que Europa tiene que estrechar sus relaciones y en ese sentido España puede jugar un importante papel.

Se despide Solana en el epílogo escribiendo unas sentidas palabras sobre lo que ha sido su vida y como ha pasado del ámbito de lo científico a lo político, lo que le ha permitido tener muchos amigos por todo el mundo. Aunque ha dedicado una gran parte de su vida al proyecto europeo, lo ha podido hacer por ser español.

F.M.M.

Javier Solana (Madrid, 1942) es doctor en Ciencias Físicas y fue catedrático de la Universidad Complutense de Madrid. Fue diputado del PSOE y cuando el partido ganó elecciones a partir de 1982, fue ministro de Cultura, portavoz del Gobierno, ministro de Educación y Ciencia y ministro de Asuntos Exteriores. Fue secretario general de la OTAN y cuando cesó, pasó a ser el primer alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC). En reconocimiento a su trabajo para la integración europea y para la paz en el mundo, obtuvo el premio Carlomagno. Ha sido investido doctor honoris causa por la London School of Economics. Ha sido miembro del Consejo Asesor de la Conferencia de Seguridad de Múnich, del Consejo de Relaciones Exteriores (Nueva York) y de la Universidad de Tsinghua (China). En la actualidad es presidente de EsadeGeo-Centro de Economía Global y Geopolítica, del Comité Científico de la Fundación La Caixa y del Real Patronato del Museo del Prado. Preside el Instituto Aspen España y es miembro distinguido de la Brookings Institution.