Bona tarda i moltes gràcies, Maribel i David, i a totes i tots vosaltres per ser aquí.

Este acto que hacemos aquí puede parecer que es un acto… pues mira, de pollo, de trámite… no. Es un acto muy importante que los socialistas catalanes hacemos, des del corazón, para apoyar a nuestros compañeros del PSOE de Andalucía y, en particular, a Juan Espadas. Un acto muy importante.

Porque son muy importantes las elecciones de este Domingo. Para Andalucía, claro, pero también para nosotros.

Yo he estado cuatro días, durante la campaña de Andalucía. Dos veces dos días cada vez. Estuve en Utrera, en Sevilla. Estuve Cádiz, en San Fernando, en Chipiona. Luego estuve en Granada y en Jaén y en Alcalá la Real. Y confirmé una vez más lo que todos los que estáis aquí sabéis: que Catalunya y Andalucía están entrelazadas. Que Catalunya hoy no sería lo que es sin los andaluces. Y que en Andalucía y en Cataluña, prácticamente toda la gente que me encontré tenía vínculos.

Des del compañero que nos recibió en Granada, que había sido alcalde de Algarinejo, tenía muchos vecinos de su municipio viviendo en Pineda de Mar, donde su compañero, Xavi Amor, está gobernando; o en Olesa de Montserrat. Su madre de 104 años de edad vive – se llama Antonio, el compañero – su madre vive en Olesa de Montserrat y él viene dos veces al año a verla.

Pero en Alcalá la Real me contaron los lazos que tienen, Josep María – todos te conocen a ti, Josep Maria Sala – los lazos que tienen con Terrassa, donde hay mucha gente de Alcalá la Real que vive en Terrassa. El propio president Montilla, nacido en Andalucía. Esto está entrelazado. Esto está entrelazado. Y por eso es muy importante y nos sale del corazón, a los socialistas catalanes, hacer hoy este acto.

Y nos sale del corazón también porque nosotros hemos pasado, no hace tanto, momentos muy difíciles. Donde aquí, ser socialista y estar de interventor o de apoderado en una mesa no era fácil. Y donde algunos compañeros, que lo habían hecho durante muchas convocatorias electorales, pues no podían hacerlo porque tenían miedo. Vamos a decir las cosas claras. Y vinieron los compañeros del PSOE de Andalucía a hacer de interventores. Que yo los encontré en este viaje que he hecho. Vinieron muchos de ellos, uno de Alfacar, donde le quitaron la vida a García Lorca. Allí estuve también, cerca de Granada.

Pues allí, el secretario de organización de Alfacar, de la agrupación socialista de Alfacar, un municipio de 5.378 habitantes, había venido a ser interventor en una mesa, Ferran, de aquí, de Barcelona. Nos ayudaron cuando nosotros necesitábamos su ayuda y nosotros, evidentemente, estamos a su lado también en estas elecciones que, es verdad, son las primeras que afrontan sin estar presidiendo la Junta. Y lo siento, por cierto, para mal para los andaluces que no estemos gobernando en Andalucía.

Por lo tanto, es un acto muy importante.

Y yo quiero en este acto, en nombre del PSC, trasladar dos mensajes a todos los que nos escucháis presencialmente o nos seguís telemáticamente. Dos mensajes muy simples pero muy importantes.

Uno, que se vaya a votar. Que el domingo se vaya a votar. Que no dé pereza ir a votar. Aunque haya calor se vaya a votar. Porque es verdad que están diciendo que esto ya está hecho, que si la encuesta tal… la misma canción que ya conocemos de todas las elecciones. La misma canción. Pero las urnas, el domingo, cuando abran los colegios electorales, estarán vacías. Vacías. No habrá ninguna papeleta. Van a depositarse las papeletas que cada ciudadano escoja y decida introducir en esa urna. Por eso, la decisión final está en manos de los ciudadanos y por eso es importante participar, ir a votar y no dar nada por hecho, que es lo que nos quieren hacer creer.

Y la segunda cosa que quiero pedir es que se vote a mi compañero, amigo – a nuestro compañero, amigo – Juan Espadas, el candidato de los socialistas andaluces. Y quiero que se le vote, o creo que puedo dar dos razones por las cuales hay que votar a Juan Espadas. Una de forma y otra de fondo. Vamos a lo fácil. Una de forma y otra de fondo.

La de forma. La buena política. Son tiempos de buena política. Igual que la pandemia ha cambiado tantas y tantas cosas de nuestra vida, igual que estos tiempos que estamos viviendo tan complejos nos obligan a cambiar tantas cosas de nuestra actividad cotidiana, también la política tiene que cambiar. También la política se tiene que adaptar a estas nuevas realidades. Y yo creo que lo tiene que hacer en cuatro direcciones.

Primero, tenemos que ir a la política de los acuerdos y dejar atrás de una vez – iba a decir de una puñetera vez – esa política de la confrontación permanente en la que tan cómodos se sienten algunos y que tan de moda estuvo en los últimos años, en la segunda década del siglo XXI. Acuerdos y no confrontación. ¡Que exigen más coraje los acuerdos! ¡Que es más difícil hacer un acuerdo que es más incómodo! ¡Que obliga a tener más valentía para contar a los tuyos que has tenido que llegar a un acuerdo y, por tanto, hacer alguna renuncia! Pero es más efectivo. Es más efectivo porque permite avances graduales.

Desconfiemos de aquellos que lo quieren todo y no consiguen nunca nada. Que por quererlo todo y no transigir en nada no consiguen nunca ningún beneficio tangible para los ciudadanos. Acordar, que es más difícil, que exige más coraje, y no confrontar que es mucho más cómodo y, aparentemente, mucho más puro, pero es lo más antipolítico que existe.

Lo segundo, la política del respeto en vez de la política de la crispación y del insulto. ¡Sí, pues será muy gracioso y tendrás muchos likes si haces una frase afortunadita y encima si subes el tono! ¿Y de qué sirve? Que el lenguaje importa. Que la gente que nos escucha, el tono del lenguaje, cómo nos expresamos, tiene mucha influencia.

Y hay que ser respetuoso. Primero con la verdad, y contarle a la gente lo que ocurre. La realidad, por compleja que sea. Segundo, con los ciudadanos, tratándolos como ciudadanos adultos y no queriendo simplificar. “No, es que no lo entenderán, hazlo fácil”. No, no, cuéntales la verdad a la gente, que la gente es mayor y claro que entiende las cosas, y claro que las entiende.

En tercer lugar, respeto por los tiempos políticos, que hay tipos que quieren estar de campaña permanente. Y lo que queremos nosotros es, cuando toca hacer campaña, que no nos importa hacer campaña, pero de tanto en tanto trabajar y gobernar, que es lo que estamos haciendo, por ejemplo, en los ayuntamientos. ¡Calma hombre! Tiempo de gobernar. Nosotros queremos tener los gobiernos para hacer cosas, y hay gente que venga campaña permanente. Pues respeto también por los tiempos políticos y dejar trabajar a los que están trabajando.

Y luego respeto por el adversario. Que sí, que piensa distinto. Que sí, que no coincidimos con sus ideas, pero no por eso hay que dejar de tener respeto. Respeto con el adversario. El que nosotros ofrecemos, ojo, también lo exigimos para nuestras ideas y para nuestros compañeros y compañeras. Respeto, no crispación. Acuerdos, no confrontación.

En tercer lugar, política de autoexiencia. Aquí, en Catalunya, ya lo conocemos muy bien. También lo he visto yo estos días en Andalucía. Este hombre al que llaman Juanma, el del PP, no tiene nunca culpa de nada. Es culpa del Gobierno de España y es culpa de los ayuntamientos o es culpa de quien sea. De él no. Y él es el responsable de la vacuna, de haberla inventado, de haberla fabricado, de haberla administrado. ¡Hombre, un poco de seriedad! Autoexigencia. Porque el mundo va por allí.

Es un trabajo de colaboración: el gobierno de la Unión Europea, los gobiernos de los Estados, en este caso el Gobierno de España, los de las Comunidades Autónomas, las diputaciones… colaborar y ser autoexigentes y leales. Y leales. Aquí en Catalunya los sabe Ferran, lo sabe Carmen, lo sabe los que estamos en el Parlament, la Generalitat nunca hace nada malo. ¡Ahora bien, ellos son los responsables de haber descubierto la Luna!  Ya fueron ellos. Todavía no estaban. Un poco de seriedad. Autoexigencia.

Luego exige a los demás. Por ejemplo, en materia de inversiones está muy bien que te quejes, pero estaría todavía mejor si no hubieras tenido parada 10 años la Línea 9 del metro. 10 años. No diez meses, no, 10 años la han tenido parada. Y hoy hace una gran noticia como para decir que la han puesto en marcha. Hombre, mejor un poco de prudencia. Y 67 obras tienen los tipos paradas aquí. Autoexigencia y lealtad entre instituciones.

Y la cuarta cosa es hacia donde tiene que evolucionar la política es la política de identidades compartidas, en lugar de la política de identidades excluyentes. Hay gente que quiere dividir y dividirnos. Usted es catalán o español. Pues las dos cosas. Usted es catalán, andaluz… pues las tres cosas, catalán, andaluz y español. Identidades compartidas, que el mundo va por allí, que la gente viaja, que la gente nace en un sitio, trabaja en otro, enraíza en otro, y no tiene por qué renunciar y no tiene por qué renunciar. ¿Cómo vas a renunciar a tus raíces? La patria es la tierra de tus padres ¿cómo vas a renunciar a la tierra de tus padres? Y, es más, ¿por qué tienes que renunciar a la tierra de tus padres?

La gente que me he encontrado, de Alcalá la Real que vive aquí pues se siente de los dos sitios. Me encontré un catalán, de Lloret em va dir, y estaba el hombre en Alcalá la Real también porque nació allí pero yo soy… de donde eres, “eres de aquí? No de Lloret. Bueno nací aquí, pero llevo cincuenta años allí, tengo los hijos allí”, pues de los dos sitios es. De los dos sitios. I em parlava català, llavors anava al castellà. De los dos sitios es. Identidades compartidas. Un caso claro de identidad compartida. Y esos que vienen que o lo uno o lo otro pues ni lo uno ni lo otro, las dos cosas.

Política de acuerdos, política del respeto, política de autoexigencia y política de identidades compartidas. Y eso, donde mejor se aprende, me parece a mí, es en la política municipal, en la que estáis muchos, David. Política municipal ¿Por qué? Porque vas a ras de suelo. Porque el vecino no te deja ir por las nubes. Porque te pide que, oye, ponte de acuerdo, pero limpia la calle. Ponte de acuerdo, pero refuerza la seguridad. Porque como te los encuentras en el bar y tomando y en la fiesta del barrio, cuidas un poco más de relación con el adversario político, te lleva a hacer una política que, bueno, yo llamo buena política.

Y de allí viene Juan Espadas. Ocho años de alcalde de Sevilla. Ocho. Por cierto, derrotando a un tipo del Partido Popular. Ocho años. Por eso tiene una forma de hacer política en la que yo me siento reconocido. La que yo creo que es correcta. Y por eso, la forma de entender la política, la buena política, tal como yo la entiendo en esas cuatro cosas que yo os he dicho, me parece que quien mejor la representa es Juan Espadas. Una razón para votarlo.

Pero vamos al fondo. Políticas sociales. Yo creo que lo fundamental en estos tiempos que vivimos van a ser las políticas sociales. Y se oyen muchos discursos y muchas grandes teorías y estos días, si habéis seguido la campaña andaluza, en fin, grandes diatribas, y grandes promesas, y discursos muy intensos… de nada sirven estos discursos, de nada sirven, si no convierten sus ideales, a la entrada de los portales de los hogares de los ciudadanos, en más empleo, en más igualdad y en mejores servicios. Dicho en otras palabras, si no materializan las ideologías. A ver, todo esto que dice en qué se traduce. Pues bueno, para hacer eso tres direcciones. Tres cosas. Para conseguir materializar las ideologías, para conseguir traducir esto en cosas concretas y tangibles, tres cosas:

La primera, poner las personas en el centro. Creéis de verdad que si España hubiese estado gobernada por los que compiten contra Juan Espadas en Andalucía hubiera habido una subida del salario mínimo. ¡Hombre, pero si decían que se iba a parar la economía! ¡Si cuando decíamos que subíamos el salario mínimo decían que se iban a destruir no sé cuántas empresas! ¡Parecía que el mundo se iba a acabar, que iban a arruinar el país! Pues joder, lo hemos subido dos veces y hay más empleo que nunca.

Más empleo que nunca.

Eso es poner a las personas en el centro, subir el salario mínimo.

Decían que las pensiones no se podían revalorizar con el IPC, que qué nos creíamos, que el sistema iba a quebrar… ¿qué ha pasado? Nada. Al contrario, tenemos la mala suerte de que la inflación sube y menos mal que los pensionistas van a  tener, con el gobierno de Pedro Sánchez, un gobierno socialista, la garantía de que su poder adquisitivo se va a revalorizar.

Los ERTEs. Los ERTEs, un mecanismo que ha evitado la destrucción de empleo. Poner a las personas en el centro. Poner a las personas por delante.

La segunda cosa que hay que hacer para materializar las ideologías: mirar a los que nadie ve. Mirar a los que nadie ve entre otras cosas porque ni ellos mismos levantan la mano. A los pobres. Y en medio de la pandemia, ¿creéis que un gobierno de derechas hubiera puesto en marcha un Ingreso Mínimo Vital? Vamos hombre, otro chiste por favor.

Y en medio de la pandemia se puso en marcha un ingreso mínimo vital mirando a los que nadie ve. Y todavía hoy se está trabajando para buscar a aquellas personas que lo necesitan, porque muchos de ellos ni tan siquiera están identificados o saben qué tienen que hacer para conseguir esta ayuda. Es decir, reducir la desigualdad, atacar a la pobreza, que hay pobreza. Eso es materializar las ideologías. Eso es ocuparse de las personas que más lo necesitan.

Y, en tercer lugar, pues mejorar los servicios públicos. Tener una ambición realista. Juan habla en su lema, los compañeros de Andalucía hablan de una Andalucía que quiere más, una Andalucía que ambiciona más, una Andalucía que necesita mejorar. Tocando los pies en el suelo. Realísticamente, pero ambición para mejorar. ¿Y qué hay que hacer? Pues primero, generar prosperidad. Traer riqueza. Yo lo vi en Granada, lo vi en Jaén, lo vi con los compañeros que gobiernan los municipios: allí traen empresas, allí se preocupan de que generen riqueza.

Luego proporcionar seguridad en unos momentos de gran incertidumbre en el mundo, con una guerra a las puertas de Europa. Seguridad no solo me refiero a la seguridad en los barrios, que también es importante, y es también un valor de la izquierda. Me refiero a seguridad sanitaria. Las 48 horas que habrá… que es esto de esperar semanas para que te den una cita. Por favor hombre, con el dinero que les hemos dado, también a Andalucía para que mejoren su sanidad, ¿Dónde está este dinero? Seguridad también jurídica. Certezas.

Y luego poner los servicios públicos por delante y no favorecer las privatizaciones. Que yo no tengo nada en contra de la colaboración público-privada, pero ya hemos visto que venimos de una pandemia. Que lo importante son las instituciones y los servicios públicos.

Eso es materializar las ideologías. Eso es traducir en cosas concretas que entran en forma de más empleo, que entran en forma de mejores servicios, que entran en forma de mejor sanidad, por las puertas de los hogares cuando gobernamos nosotros. Y eso también, yo creo que el que está en mejores condiciones para hacerlo somos los socialistas y, en particular, Juan Espadas.

Por lo tanto, dos razones para votar a nuestro compañero Juan Espadas. Porque hace buena política – la del acuerdo, la del respeto, la de la autoexigencia, la de las identidades compartidas – y porque hace políticas sociales en un momento en que hace falta, poniendo las personas en primer lugar, mirando a los que nadie ve y mejorando los servicios públicos.

Entonces, yo lo que os quería pedir hoy, en nombre de todo el partido, es que hagamos lo que esté en nuestra mano. “Es que esto es Andalucía…” podemos hacer mucho des de aquí. Porque tenemos amigos que viven allí. Porque tenemos familiares que viven allí. Porque tenemos lazos con entidades de allí. Pues la llamadita. El incentivar que se vaya a votar. Y movilizarlos como hicieron los compañeros del PSOE de Andalucía cuando nosotros aquí teníamos elecciones y como lo volverán a hacer, estoy seguro, cuando volvamos a tener, veremos cuando son, elecciones en Catalunya.

Por eso este acto de hoy, yo agradezco, Maribel, que lo hayáis organizado. Me parece que es un gesto de mucha profundidad política y de mucha solidaridad con los compañeros de Andalucía. Y por eso, en fin, creo que hacemos lo que tenemos que hacer hoy y, además, lo hacemos, digamos, de la forma adecuada y en el momento adecuado.

Así que muchas gracias a todas y a todos y vamos a hacer este esfuerzo, que se lo merecen, Juan Espadas, los compañeros del PSOE de Andalucía y el conjunto de andaluces y andaluzas que merecen un gobierno el 19 de junio que siga trabajando para su bienestar.

Muchas gracias y buenas tardes.