Hace pocos meses llegaba a Netflix una nueva serie centrada en las andanzas de Kate Wyler (interpretada por Keri Russell), nueva embajadora de los EEUU ante el Reino Unido: La Diplomática. Wyler, casada a su vez con un experimentado político y exembajador, Hal Wyler, tiene que hacer frente a diferentes situaciones críticas, que la pondrán a prueba además como candidata a vicepresidenta del país. Una situación de la que no es consciente cuando inicia su periplo como embajadora, pero que condiciona su desempeño, al tomar conciencia de ello.
Las importantes relaciones entre ambos países y el escenario internacional incierto, con grandes paralelismos con la realidad pero sin pretender ser una crónica, le imprime a la serie atractivo y capacidad de atrapar al telespectador. Rusia es el agente desestabilizador, el “enemigo común” al que hay que hacer frente, con visiones diferentes sobre cómo hacerlo, algo que le da ese punto de relación con la realidad que nos toca vivir y que la hace más interesante, si cabe, en estos momentos en que Europa tiene una guerra en sus puertas.
Además, si a la trama política le sumamos la trama humana, la que tiene que ver con las relaciones entre un matrimonio complejo, con dos personas con fuerte personalidad e intereses, que se pueden interpretar en momentos como contrapuestos, con algún toque de humor, la serie consigue mantener la tensión y la atención durante todos los episodios, un total de 8.
Por otro lado, la serie pone de manifiesto que los ambientes diplomáticos son todavía, hoy, mayoritariamente masculinos, con muy pocas mujeres ocupando puestos como el de embajadora. De hecho, en la vida real, sólo dos mujeres han sido embajadoras de EEUU ante el Reino Unido: la primera fue Anne Legendre Armstrong, entre 1976 y 1977 y no ha habido una segunda hasta la actual, Jane Hartley, que llegó al puesto en mayo de 2022. Wyler se encuentra sola, ante un mundo copado por hombres, intentando que su forma de ver el mundo y las relaciones políticas y personales, se haga un hueco. Y la verdad es que lo consigue.
Destacan en la serie, también, los diferentes escenarios donde se suceden los episodios, como la residencia oficial de la embajadora o el propio edificio de la embajada de EEUU en Reino Unido. Un ambiente de lujo, sí, mezclado con espacios de gran riqueza patrimonial y natural.
Una serie creada por Debora Cahn (exitosa guionista y productora, que ha participado de series como El Ala Oeste de la Casa Blanca, Homeland o Anatomía de Grey), totalmente recomendable, con un buen elenco de intérpretes, que parece tendrá continuidad con una segunda temporada en Netflix, que se anuncia para 2024.