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“El PSOE es conservador”. Luís Miguel Guerra.

5 maig 2023

"El PSOE es conservador". Luís Miguel Guerra.
Luís Miguel Guerra es historiador, novelista y secretario de Formación de la federación del PSC de Barcelona y miembro del Comité de Redacción de l’Endavant!.

Ya dediqué una de esta homilías semanales a la división de la izquierda. Pero resulta que no contentos con la histórica cuestión que tanto daño ha hecho a lo largo del tiempo, ahora los socios de gobierno giran los cañones de mayo hacia el PSOE y, lógicamente, también al PSC, en un ejercicio de autolesión que supongo pretende sacar rédito y cuyas consecuencias son imprevisibles.

Y es que Ione Belarra, que los martes se sienta en el consejo de ministros, últimamente cada vez que coge el micrófono pone a caer de un burro al partido mayoritario con aguijón cada vez más afilado. Sin ir más lejos, la última es decir que el PSOE es un partido conservador y para remachar lo que había dicho -y para que no haya ambigüedades- va y nos lo aclara diciendo que lo es en sentido estricto. Un partido conservador de pequeñas reformas sin ninguna intención de cambio. Que no transforma, sólo hace retoques cosméticos y no va a los problemas de fondo. Es decir, el antiguo lema lampedusiano de “cambiarlo todo para que nada cambie”. Y dicho con seguridad, de manera dogmática, sin matiz: la verdad desnuda.

Vayamos con los atenuantes. Era un mitin, la parroquia quiere oír esas cosas y como son revolucionarios y verdaderamente transformadores, pues lo original no es atizar a la derecha sino todo lo contrario.

Se acabaron los atenuantes y ahora vamos con el análisis, algo que es propio de la izquierda y que me parece que en la “verdadera”, no practican.

Resulta osado llamar conservador a un partido de ciento cuarenta años de existencia de raíz marxista y obrera vinculado a la Primera Internacional, que pasó a socialdemócrata en la Segunda, que soportó el “tsunami” de la Rusia del 17. Que primero desde los ayuntamientos y después en los gobiernos de la Segunda República llevó a cabo las políticas más ambiciosas de transformación de España (y esto no es dogma, propongo consultar los programas de los Congresos socialistas desde 1918, por ejemplo). Que perdió, como tantos, la guerra. Que sufrió exilio y las penurias de la Europa de los 40… Pero supongo que no se refiere a esto y viene a cosas más cercanas. Pero sigue siendo osado llamar conservador al partido de Ernest Lluch y la sanidad universal, al de Maravall y la ley de educación, al de la entrada en Europa y todas las organizaciones internacionales, el de las becas, o quizás se refiere a Zapatero y la ley de dependencia o toda la batería desplegada por el actual ejecutivo, aunque aquí dirá que porque están ellos

Pero no voy a discutir sobre lo anterior, pues seguro la secretaria general de “Podemos” tendrá sólidos argumentos para rebatirme, por ser la izquierda de verdad, esa que no tiene ni raíz obrera ni marxista, sin relación con las Internacionales ni sindicatos, de sólidas lecturas como “La ética de la razón pura” de Kant, un libro que no existe (Pablo Iglesias, el de Podemos, lo recomendó en público) de purgas y listas impuestas y cuya aportación, parece ser, es gobernar en la sombra ya que todo lo propuesto por este gobierno ha sido cosa suya, flagelando al conservador que todo socialista llevamos dentro.

Sin embargo, le voy a proponer que haga una cosa: que vaya a una agrupación socialista y se lo diga, no a un cargo orgánico o institucional, sino a una asamblea de militantes como las que tenemos. Que se lo diga a los compañeros y compañeras que llevan décadas militando y que llegan las elecciones y si ya no pueden estar en una mesa, acuden cada tarde a meter papeletas en los sobres o preparan bolsas de reparto. Personas que te cuentan sus vivencias, desde sagas familiares a desaparecidos en la guerra. Historias de la clandestinidad y de lucha obrera, de llegada de la democracia, de la transformación de pueblos, barrios y ciudades, de ver a sus hijos e hijas en la universidad y que están muy orgullosos de haber contribuido a todo ello con su militancia… Es muy simple, se pone uno delante y les dice que son conservadores o simplemente idiotas por haberse dejado engañar tanto tiempo. Porque esto es lo que Ione Belarra nos ha llamado. Y uno ya está más que harto de estas lecciones de adanistas, que diciendo defender no se qué valores se acercan más al autoritarismo que a otra cosa.

El historiador italiano Carlo Cipolla, que de la brevedad hizo un arte, escribió Las leyes fundamentales de la estupidez humana. Como resumen, la cosa es la siguiente: el malo perjudica a la mayoría y sale beneficiado. El bueno favorece a todos, incluido a él mismo. Y el estúpido fastidia a todos y también a sí mismo. Blanco y en botella…