Hablar hoy de una futura Palestina en paz y armonía puede parecer un ejercicio vanamente idealista. Sin embargo, sin una perspectiva en esa dirección, la única alternativa que aparece es la de la guerra permanente en la región. La exterminación de uno de los bandos es imposible sin la desaparición de la especie humana. Mientras existamos los humanos, siempre quedará alguno que enarbole una u otra bandera. Baste recordar cómo proliferan hoy en día quienes reivindican la figura y memoria de notorios criminales de guerra como Hitler, Mussolini, Stalin o Franco. Con el paso del tiempo se desvanecen la crueldad, inanidad y miseria de sus crímenes y solo parece permanecer la memoria de su propaganda. Solo desde la generosidad y la razón es plausible encontrar soluciones de convivencia que puedan durar. Asumiendo que pocas obras humanas son permanentes, sí conocemos de la existencia de algunas muy duraderas. Una de ellas, a pesar de las idas y venidas de la Historia, es el imperio de la ley por encima de las acciones humanas. Esta idea nos acompaña desde hace más de 5000 años y tomó forma precisamente en la Mesopotamia de la que, según las leyendas y algunos datos, provienen los hebreos.
La defensa de la solución de los dos estados, resultado de décadas de conversaciones de paz entre Israel y la OLP, ha resurgido durante estos últimos meses con fuerza. En particular, desde bastantes Estados miembros de la UE (Bélgica, Irlanda, Eslovenia…) liderados por Pedro Sánchez y por España, y con algo menos de intensidad defendida también por los países árabes, liderados por Arabia Saudí. También es importante resaltar la frialdad franco-británica en el reconocimiento diplomático de la Autoridad Palestina.
En el momento de escribir estas líneas, el futuro resultado de las diferentes iniciativas para el futuro de Gaza (y especialmente para la paz en Oriente Medio) permanece incierto. No está claro si prosperará el plan de la Liga Árabe, el plan impulsado por Trump y su familia para crear un resort turístico o alguna otra iniciativa de paz que respete el derecho a la vida de todos los habitantes de Palestina y busque honestamente consolidar un futuro pacífico en la región.
Transcurridos pocos días desde el brutal ataque de Hamás a Israel, (7 de octubre de 2023) el diplomático y político sueco Carl Bildt señalaba que, con independencia de la esperable violenta respuesta de Bibi Netanyahu (entonces aún no iniciada), no se podía perder de vista la necesidad futura de resolver la consolidación de la solución de los dos estados en Palestina, como fórmula para asegurar un futuro en paz entre israelíes y palestinos. Bildt era consciente ya entonces de la dificultad de tal empeño. Transcurridos más de quince meses desde la publicación de su artículo en Project Syndicate sus palabras adquieren más fuerza a causa de la sangre inútilmente derramada de decenas de miles de civiles palestinos y de los israelíes secuestrados por Hamás. El interés en leer hoy este texto reside en la necesidad de separar las soluciones duraderas de las respuestas emocionales que suelen provocar las acciones crueles contra la vida humana.
Omri Boehm es un filósofo israelí-alemán quien, probablemente desesperado por la falta de concreción de la solución de los dos estados en Palestina, publicó en 2021 un interesante ensayo “The Haiffa Repúblic: a democratic future for Israel” del que ya dimos cuenta en Pensament Socialista. La tesis de Boehm era sencilla y atrevida: si no somos capaces, después de casi 30 años, de implementar la solución de dos estados sobre una Palestina microdividida, fundemos una nueva república que cubra todo el territorio y que incluya, como ciudadanos, tanto a israelíes como a palestinos. Su propuesta se fundamentaba en la desesperada necesidad de paz que ambas comunidades necesitan y anhelan. Transcurridos 48 meses desde la publicación (21 de ellos con la actual guerra de Gaza en desarrollo), la entrevista que el diario El País le hizo a Omri Boehm a finales de junio refleja un cierto pesimismo del filósofo quien, sin embargo, no renuncia, por oposición al riesgo de guerra total, a una paz razonada y razonable en la región.
C.V.M.
Omri Boehm (Haifa-Israel, 1979): filòsof format a la Universitat de Tel-Aviv i doctorat a la Universitat Yale (EUA). Actualment, és professor associat a la New School for Social Research de Nova York. En el seu primer llibre, The binding of Isaac: en Religious Model of Disobedience, discutia que Abraham va desobeir l’ordre de Déu de sacrificar el seu fill Isaac i, en conseqüència, és la desobediència i no l’obediència el que es troba a la base de la fe jueva. És un articulista habitual de New York Times, Washington Post, Haaretz i el setmanari Die Zeit, entre d’altres.