¡Por fin! Los pisos de la calle Piedad son una realidad en Castelldefels. Después de años de esfuerzo y trabajo del anterior gobierno de progreso, la tan esperada inauguración y entrega de llaves se ha producido. Todo sería motivo de celebración si no fuera porque el actual alcalde, ahora posando para la foto, fuera el mismo que los criticó hasta la saciedad.
Pero la realidad es mucho más compleja: la hipocresía política parece ser la verdadera protagonista de esta historia. El alcalde no solo criticó el proyecto, sino que orquestó una campaña de desprestigio notable, incluso por la tala de árboles necesaria para llevarlo a cabo. Se mintió descaradamente sobre los futuros inquilinos, buscando generar un rechazo infundado. Y lo que es aún más grave, esta inauguración contrasta con la “cruzada” que el actual gobierno de PP y SOM parece tener contra la construcción de vivienda asequible. No solo no se construirá en la calle Arcadi Balaguer, lo que supone un derroche del patrimonio municipal destinándolo a un supermercado, sino que la falta de nuevas cesiones a la Generalitat frena la posibilidad de que se construya más vivienda a coste 0 para las arcas municipales, algo que sí han hecho otros ayuntamientos.
La vivienda es la principal preocupación de los vecinos y las vecinas de Castelldefels. Los jóvenes no tienen oportunidad de quedarse en la ciudad donde nacieron debido a los precios desorbitados, y las familias se ven cada vez más obligadas a abandonarla. Mientras tanto, tenemos un gobierno que, lejos de mejorar la situación, parece gastar el dinero de la mayor subida de impuestos de los últimos años en fiestas y festejos.
Esta situación no es más que otra demostración de que el PP de Castelldefels es tan PP o más que el de Feijóo, Rajoy o Aznar, priorizando intereses partidistas sobre las necesidades reales de sus ciudadanos. ¿Hasta cuándo tendremos que esperar para que la vivienda sea una prioridad real y no un mero instrumento político?
Clara Quirante Soriano
Viceprimera secretaria del PSC de Castelldefels