Molt bon dia, companyes i companys,

Presidenta, companys de la mesa.

Molt bon dia, Carles, Carles Ruiz, company, amic, alcalde. Bon alcalde, dels alcaldes que sempre hi són quan fa baixada però, sobretot, quan fa pujada. Quan hem de recollir però, sobretot, quan hem de sembrar. Quan les coses venen bé però, sobretot, quan les coses venen malament. Bon alcalde i bon socialista.
I bon dia a totes i a tots, especialmente a los alcaldes, a las alcaldesas; a los candidatos y a las candidatas que este Consell Nacional ratificará hoy; y a los concejales y a las concejalas que nos acompañáis hoy aquí, en Viladecans, en este Consell Nacional Extraordinari para aprobar casi 150 candidatos.

El lugar y la fecha de este Consell Nacional no son causales. Estamos en Viladecans, en el Baix Llobregat, ciudad y comarca gobernadas de forma estable y prolongada por los socialistas. Y exponente de la transformación paciente, constante, gradual, inclusiva de la que somos capaces los socialistas cuando tenemos la confianza de los ciudadanos.
No es tanto celebrarlo aquí para, de una forma un tanto de orgullo, señalar que aquí llevamos mucho tiempo teniendo confianza. Es para mostrar los resultados – con orgullo, los resultados – de nuestro trabajo cuando gozamos de la confianza de los ciudadanos. Esta es, sin duda, nuestra mejor tarjeta de presentación: nuestros resultados, nuestras políticas de transformación de la sociedad.

Y lo hacemos un 25 de febrero, un año y un día de la invasión rusa de Ucrania. De la agresión rusa de Ucrania. Probablemente muchos recordaréis qué hacíamos y cómo vivimos hace un año aquellos días. La incredulidad, pese a muchas evidencias que había los días previos de que esta invasión se podría producir. La zozobra de aquellas columnas de tanques que se acercaban a Kiev. La estupefacción de los primeros misiles contra la población civil.
Y la incertidumbre. ¿Qué va a pasar, qué va a ocurrir? Una incertidumbre parecida a la que habíamos vivido pocos meses antes durante la COVID.
Ese es el contexto en el que estamos haciendo política: pandemia, postpandemia y guerra. Un contexto complejo, muy complejo, donde lo que parecía imposible – un confinamiento, una guerra – se hizo inevitable. Y es verdad que siempre pasan cosas y que la realidad muchas veces nos sorprende. Pero me parece bastante indiscutible que estamos viviendo un momento muy especial. Momento de cambio de época. Un momento, un punto de aceleración de los acontecimientos que yo pienso que en los próximos años nos harán ver con más claridad.
En este contexto hay que actuar. En este contexto hacemos – hacéis – política: en los ayuntamientos, en las Comunidades Autónomas, en Europa nuestro compañero Josep Borrell, en el Gobierno de España.
¿Y qué política, qué política en este contexto hay que hacer? La política que conviene. Una política realista. Ni ensoñaciones ni pintar la realidad color de rosa para que las cosas parezcan lo que no son. Mirar a la realidad a la cara y contársela a los ciudadanos.
“Sí, hay un conflicto bélico y sí, hay que invertir en seguridad”.
“Sí, hay una agresión y sí, hay que estar al lado del agredido”.
¡Qué orgullo, qué orgullo – incluso qué emoción – ver al presidente del Gobierno Pedro Sánchez el día 24 en Kiev! Se dirigió a un parlamento escogido por los ciudadanos de Ucrania. Defendió los valores de la Unión Europea y representó a todos los españoles. Qué orgullo ver al presidente del Gobierno estar con los que tenemos que estar, con los que han sido agredidos injustamente, ilegalmente, maliciosamente.
Sí, hay una crisis energética y hay que cambiar el mecanismo de fijación de precios de la energía y sí, hay que apostar
Sí, hay un problema de incremento de costes de la vida. Y hay que ayudar – efectivamente, hay que ayudar – a quienes más lo necesitan.

Política realista.

Política también valiente. Hay que subir impuestos. Temporalmente, pero hay que subir impuestos a algunos sectores. Nadie está contra el sector financiero ni contra el sector energético. Estamos a favor de que nadie quede atrás. No hay ninguna economía que funcione sin un sistema financiero ni sin unas compañías energéticas. Pero hay que estar al lado de quien hay que estar. Se explica y se hace. Porque todos, todos, hemos de estar arrimando el hombro para que nadie quede atrás.
¿Hay que levantarse de la mesa de la Comisión Europea para defender los intereses de España y apostar por una solución ibérica? Pues uno se levanta defendiendo los intereses de España y se hace lo que se tiene que hacer, sobre todo cuando has demostrado – cuando tenías que demostrarla – solidaridad con el resto de los socios europeos.
Política también de resultados. La empatía de los hechos. Esto lo entienden muy bien los alcaldes y los concejales, que en política no se está para ser simpático, se está para resolver problemas, para resolver problemas y no para crearlos.
Tres hechos indiscutibles, se mire como se mire. No hay que hacer magia, hay que contar las cosas: en España nunca ha habido tanto empleo como hay hoy. Nunca tantos españoles trabajan como trabajan hoy. ¡4 millones más de españoles que en el 2012 están trabajando! ¡Nunca hubo tanto empleo en España! Primer dato.
Segundo dato: la inflación. Nos gustaría que fuese más baja, pero es que es la más baja de la eurozona. Ningún país, ni Francia ni Italia ni Alemania ni Holanda, ningún país tiene una inflación más baja que la que tiene España. Y esto no es un milagro caído del cielo. Esto es porque se ha trabajado correctamente. Segundo dato.
Tercer dato: ningún país de la Eurozona – ninguno, es que ninguno – tiene un pronóstico de crecimiento mejor que el que tiene España para 2023. Y algunos hace meses decían que esto iba a ser un apocalipsis económico. ¡Ningún país, ni Francia, ni Alemania, ni los países nórdicos, ninguno tiene un pronóstico de crecimiento mejor que el que tiene España para 2023!
Nunca tantos trabajaron, inflación más baja y pronóstico de crecimiento más alto. Política de resultados. La empatía de los hechos.
Política inclusiva, pensando en todos los españoles. Política para la gente, para toda la gente. No solo, señor Feijóo, para la “gente de bien”. Y cuidado con eso, que aquí, en Catalunya, sabemos de qué va eso.

Aquí, en Catalunya, somos nosotros, los catalanes socialistas, somos de Tarradellas. Del Tarradellas que, regresando del exilio, se subió al balcón de la Generalitat y se dirigió a los ciudadanos de Catalunya. ¡A todos los ciudadanos de Catalunya! No somos de los que vinieron después de Tarradellas, que daban – algunos todavía pretenden hacerlo – carnés de buenos y malos catalanes. Que se rogaban la facultad de decir quién pasaba el filtro de la catalanidad y quién no lo pasaba. Nosotros somos de Tarradellas. ¿Quién es “gente de bien”, señor Feijóo? ¿Quién decide, señor Feijóo, quién pasa el filtro de la “gente de bien”?
En Catalunya, en España, en Europa hay ciudadanos. Hay ciudadanos que convivimos con los problemas normales que genera la convivencia en un Estado de Derecho. Y que hay que cumplir unas leyes. Y las cumplimos. Y se gobierna, como decía Tarradellas, para los ciudadanos. No para la “gente de bien”, para todos los ciudadanos, señor Feijóo. Ay, señor Feijóo, que cuando no leemos los papeles, nos sale lo que tenemos dentro del alma.
La ciudadanía, toda la ciudadanía, para esa gobiernan todos nuestros alcaldes.
Y política seria y respetuosa. La política, lo decía Carlos, que analiza, que estudia, que escucha y que valora las cosas antes de actuar. Y que se toma en serio las instituciones, todas las instituciones y todos los procedimientos de las instituciones. Hace muy bien el Gobierno de España, a mi juicio, y hace muy bien el presidente del Gobierno, en no tomarse a broma la moción de censura. Esto es serio y hay que tomárselo enserio. La moción de censura, ojo, que ya van dos. Sí pandemia; sí guerra; es la segunda, que olvidamos pronto las cosas.
¿Hay que tomarse en serio la ultraderecha? Esto no es para bromear. Y hay que también tomarse en serio a la derecha. A la derecha que habla con ellos; la derecha, señor Feijóo, que se sienta con ellos; y a la derecha, señor Feijóo, que gobierna con esta ultraderecha.
Esto no es ni para bromear ni para frivolizar. Es para tomárselo en serio y para combatirlo, compañeras y compañeros, políticamente. Porque aquí hay dos modelos: el modelo de la crisis del 2011, del sálvese quien pueda, o el modelo del 2020-2021, que nadie quede atrás. El modelo de la confrontación territorial para ganar un puñado de votos – no jueguen ya con eso; no jueguen con Catalunya; no jueguen con enfrentar territorios – o el modelo de la convivencia y la concordia des del respeto, por descontado, des del respeto a la ley.
El modelo de la España homogénea, uniforme, encajonada, o el modelo de una España plural y diversa, que respira, que deja respirar a todo el mundo.
El modelo de la amnistía fiscal, que pronto lo olvidamos, o el modelo de la justicia fiscal.
El modelo no conservador, clasista: que nadie se mueva, que el nacimiento y la familia en la que naces determine tu futuro, o el modelo del ascensor social, de la meritocracia. Por eso se invierte – ¡nunca se había invertido tanto! – en formación, educación y en becas. Gracias a los ministros del Gobierno de España y al presidente por invertir en la meritocracia y el ascensor social.
El modelo – que los vemos venir, que se os ve todo – el modelo de una sanidad privada para quien se la pueda pagar – que se os ve todo, cuando gobernáis se os ve todo – o el modelo de una sanidad pública para todos, universal y gratuita.
Hay que tomarse esto en serio. Hay que confrontar estos modelos. Hay que ganarlos políticamente.
Política realista. Política valiente. Política de resultados. Política inclusiva. Política seria y respetuosa. Como dice mi admirado Miquel Iceta, buena política. Política, en otras palabras, útil. Política útil. Política como la que hace el Gobierno de España, la que hace el presidente del Gobierno de España, la que hacen nuestros ministros, Raquel, Miquel, todos los ministros del Gobierno de España.
Política útil con una actitud constructiva y positiva que yo la personalizo en Pedro Sánchez. Con una actitud constructiva y positiva, responsable, prudente, pero que sabe que puede confiar en las potencialidades de España. Que tiene confianza en las fortaleces de España. Y que tiene confianza en que, si hacemos las cosas bien, podemos superar cualquier adversidad, como lo hicimos durante la pandemia. Y seré claro, que salimos juntos de esto, y que salimos mejor de esto, que salimos más unidos.

Como lo que veo que hacen… estos días me paseo mucho por Catalunya, me reúno con muchos candidatos de nuestra formación política a alcaldías, me reúno con otras personas, y veo muchos tipos de candidatos, muchos tipos de personas en otras formaciones políticas. Sobre todo, veo a los que siempre se quejan, que son víctima de todos. “Que es que no tengo presupuesto para hacer nada”; “es que la culpa es del Gobierno de España, o de Europa o del KGB o del CNI”. La culpa es de otros siempre, nunca es responsabilidad suya. Y, en cambio, veo a nuestros alcaldes y candidatos que nunca se quejan. Con lo que tienen, tiran hacia adelante. Que hacen cosas.
Estuve ayer en el Pont de Vilomara i Rocafort. Estuve con Enric Campàs. A este hombre se le incendió el municipio en verano. Este hombre no se quejó, actuó. Por cierto, Núria Marín ¿sabes de qué administración ha recibido ayuda? De la Diputación de Barcelona. Iba a decir ¿a ver qué apoyo creéis que ha recibido del Govern de la Generalitat? Es fácil: cero. Cero euros. Alguna llamada. Alguna palmadita en el hombro y nada más. La Diputación de Barcelona y el Gobierno de España con el decreto que aprobasteis, Miquel, Raquel, en el Consejo de ministros para ayudar a las zonas afectadas. No se queja, actúa. Enric Campàs, está por aquí, actúa, como el resto de nuestros alcaldes.

Actitud constructiva, actitud positiva para practicar política útil.
Esa actitud la veo en el presidente. La veo en los ministros. La veo en el Gobierno de España. La veo en nuestros alcaldes. La veo en nuestros candidatos.
La veo también en muchos empresarios que se levantan ante la adversidad, que aprovechan la situación para generar empleo, para generar prosperidad.
La veo en muchos ciudadanos. La veo en muchos representantes de la sociedad civil.
Donde no la veo es en la Oposición del Gobierno de España. Donde no la veo es en el Partido Popular, que están en el cuanto peor, mejor. Que tiene una manera de ejercer la oposición en la que todo vale, no se ponen límites, con tal de derrocar al Gobierno de España. ¡Esto no es hacer oposición! Se puede hacer también política útil des de la oposición. Lo estamos intentando hacer en Catalunya. ¡Claro que construimos una alternativa a un Gobierno, el del señor Aragonès, el de Esquerra Republicana, que es el más débil de la historia del autogobierno de Catalunya! Que está mal orientado, que no está haciendo las cosas bien. ¡Pues claro que estamos construyendo una alternativa! Ya hemos hecho más de 70 propuestas, pero esto no quiere decir que no podamos tender la mano. No vamos a permitir que los catalanes paguen los platos rotos de este mal gobierno del señor Aragonès. Por eso hemos llegado a un acuerdo presupuestario, porque queremos que Catalunya genere prosperidad. Porque queremos que con esta prosperidad se pueda proteger a los ciudadanos de Catalunya. Con mejor sanidad, con mejor educación, con mejores prestaciones sociales, para hacer una transición energética más rápida y más eficaz.
Y porque queremos también ayudar a modernizar la Generalitat de Catalunya. ¿Y sabéis una cosa? Cuando intentamos practicar, y creo que algo hemos conseguido, la política útil, yo creo que tenemos legitimidad para hablarles, en estas semanas que nos quedan hasta el 28 de mayo, a los ciudadanos de la utilidad de su voto. Para reflexionar con ellos sobre la utilidad de su voto. La política útil que practicamos des del Gobierno de España, desde los ayuntamientos donde gobernamos, también desde la Oposición en Catalunya, nos legitima para reflexionar con los ciudadanos sobre la utilidad de su voto.
Y yo creo que podemos y debemos hablar de la utilidad del voto a los ciudadanos en estas semanas que vienen. Recordarles que el voto que depositaron en las candidaturas socialistas ha servido, ha sido útil para crear un Ingreso Mínimo Universal; para proteger a los ciudadanos con ERTEs; para subir el salario mínimo interprofesional; para subir las pensiones un 8,5% – no un 0,25% ridículo, un 8,5% –; para poner más recursos que nunca en becas para aquellos que tienen facultades para estudiar; para aprobar 199 leyes en el Congreso de los Diputados; para apostar por la convivencia y la concordia; para recuperar el prestigio de España en las instituciones europeas y en los países europeos; y para ampliar derechos. También para ampliar derechos. Esa ha sido la utilidad del voto que nos han depositado los ciudadanos.
Cuando han votado al candidato socialista de Viladecans, su voto ha sido útil para generar prosperidad en Viladecans.
Cuando lo han hecho en Santa Coloma de Gramenet, dando apoyo a Núria Parlón, ha servido para que hoy sea una ciudad, Santa Coloma, más segura.
Cuando lo han hecho en Cornellà, ha servido para que tenga Cornellà mejores equipamientos.
En cada una de las ciudades, el voto a candidaturas nuestras ha sido útil. Lo ha sido cuando han votado al Gobierno de España, lo ha sido cuando han votado a candidaturas socialistas,
Y lo va a ser, Jaume, hemos de reflexionar con los ciudadanos, en las elecciones municipales en Barcelona. Hemos de reflexionar con los ciudadanos que tienen que buscar la utilidad de su voto cuando vayan a Barcelona a votar.
Los ciudadanos han de decidir si quieren seguir igual, como hasta ahora, o abrir un tiempo nuevo y apostar porque Barcelona tenga un resurgimiento. Un resurgimiento, para que Barcelona libere todas sus energías, que son muchas, y vuelva a liderar Catalunya.
O peor aún, si quieren volver al pasado, a un pasado de Trías y de Colau que ya sabemos lo que han dado de sí y, con todo el respeto, más bien poco.
O quieren apostar por el futuro que representamos los socialistas y que representa Jaume Collboni.
¡Futuro, futuro, no pasado! Lo otro, nada. Futuro.
O si quieren que Barcelona siga enrocada, paralizada o, en cambio, quieren volver a poner Barcelona en marcha para que Barcelona, Jaume, yo te lo pido esto, para que Barcelona, cuando la pongas tú en marcha, ayude a poner a Catalunya en marcha.
Es que no podremos poner Catalunya en marcha si Jaume no pone Barcelona en marcha. Es que esta es la cuestión, amigas y amigos. Porque ya está en marcha Viladecans, ya está en marcha Cornellà, ya está en marcha Hospitalet, ya está en marcha… hay que poner Barcelona en marcha para que, con el liderazgo de Barcelona, pongamos a Catalunya en marcha.
I, quan arribi el moment – no tenim pressa, tenim molta serenitat, no tenim cap pressa – quan arribi el moment haurem de fer una reflexió amb els ciutadans de Catalunya. Els haurem d’interpel·lar sobre la utilitat del seu vot.
Si volen seguir enrocats en el ressentiment d’aquests anys o, en canvi, volen apostar per una Catalunya de la convivència i de la concòrdia que s’implica amb una Espanya de la convivència i de la concòrdia que s’implica en una Europa de la convivència i de la concòrdia.
Si volen seguir mirant pel retrovisor el que va passar al 2017, o si volen reflexionar amb nosaltres per la Catalunya 2030 i del 2035. Que s’ha de mirar endavant. Ho deia el Carlos, s’ha de mirar endavant.
Si volen una Catalunya estancada – alguns fins i tot la volen que decreixi – o si volen una Catalunya que prosperi, que vagi endavant, que generi prosperitat.
Si volen una Catalunya quieta, parada, immòbil, barallada en sí mateixa, enrocada, o si volen una Catalunya en marxa, que avanci, que prosperi.
Avui fem un pas endavant aprovant gairebé 150 candidatures a les eleccions municipals. Ho explicarà llavors el Secretari d’Organització, lo explicará José Luis. Creo que ya con las candidaturas que, si este Consell Nacional tiene a bien, aprobaremos hoy, tenemos ya casi 370 candidaturas que, ojo, cubren el 92% de la población de Catalunya. Ya hoy, y habrá más, seguiremos trabajando.
Pero dos datos relevantes. Uno, hay 24 listas nuevas. En 24 ciudades y municipios y pueblos donde antes no tenían los ciudadanos oportunidad de votar nuestras candidaturas, candidaturas de progreso para poner nuestros municipios en marcha, hoy, si lo aprueba el Consell Nacional, habrá posibilidad de votarlos.
Me voy a permitir, segunda cosa que destaque, cuatro candidatos. Seré injusto, porque de casi 150 que aprobamos hoy, escojo a 4. 5 escogeré.
Primero, quiero subrayar la candidatura de Núria Marín. La alcaldesa – no te enfades, Núria, esto es solo hasta el 28 de mayo, luego será Jaume – del municipio más poblado de Catalunya. Y ha sido un mandato que ha sido complicado. Algunos han jugado con malas artes, y a los hechos me remito.
Pero, sobre todo, también, creo que puedo resumir, podeos resumir, en Núria Marín todo el trabajo de recuperación de la Diputación de Barcelona. La Diputación que, hasta hace poco, hasta que gobernamos nosotros, estaba al servicio de la Generalitat, y ahora está al servicio de quién tiene que estar al servicio, de los ayuntamientos de los municipios de Barcelona.
Quiero destacar también a Miquel Illa, que no es pariente mío. Está allí. Que es nuestro candidato en Vic. Ya merecería un aplauso y una ovación porque es un cardiólogo eminente – tuvo su papel en todo lo que hemos pasado – pero, además, yo creo que tenemos que sentir mucho orgullo de que Miquel es una persona conocida, arraigada en Vic, pues quiera representar nuestro proyecto político en Vic.

Quiero destacar también a Víctor Grau, que es nuestro candidato en Tortosa. Lo digo con toda la humildad, con toda la humildad de que nadie lo entienda mal, pero vamos a dar la batalla en Tortosa y en las Terres de l’Ebre. Vamos a aprovechar el muy buen trabajo que hizo Enric Roig y, sobre esto, somos un equipo… en fin, no nos ponemos límites en Terres de l’Ebre.
Quiero destacar también a nuestro candidato en Sant Foix de Campsentelles, que es Jesús Canga, el hijo de Sito Canga. Y me hace ilusión destacarlo porque está muy bien que haya tradición familiar en materia de socialismo. Esto fomentémoslo, compañeras y compañeros.
E igual que no se puede poner Catalunya en marcha sin que Jaume ponga Barcelona en marcha como va a hacer el 28 de mayo, tampoco se puede gobernar Catalunya sin tener presencia en los municipios pequeños. Y tenemos candidato en el municipio menos poblado, más pequeño de Catalunya, que es Gisclareny, y quiero también tener un reconocimiento para nuestro candidato, que es Emili Casas.
El municipio más poblado, Barcelona, y el municipio menos poblado, pero muy orgulloso, Gisclareny, Emili Casas.

Pues con esto vamos a intentar también poner Catalunya en marcha. Y compañeras y compañeros, el Gobierno de España gobierna para la gente, para toda la gente. Practica una política útil, con una actitud constructiva y positiva, con humildad, con prudencia, pero sin miedo, sin ningún tipo de miedo. Con confianza en nuestras ideas, con confianza en nuestros valores, con mucha confianza en el trabajo bien hecho, con las ideas muy claras y con mucha ilusión, la que yo veo cada vez que voy a un acto de partido, la que yo veo cada vez que hacemos un Consell Nacional. Con mucha ilusión y, sobre todo, la clave de nuestro éxito, en España, en Catalunya, en cualquier municipio, está, no lo olvidemos nunca, en que estamos al servicio de España, de Catalunya y de los ayuntamientos.
Muchas gracias y muchas felicidades.