Irene Jezabel es periodista y miembro del Comité de Redacción de l’Endavant!

Es época navideña, de propósitos y deseos y desde luego un buen momento de esperanza y optimismo para los que creemos que el mundo puede ser un lugar mejor, más solidario, más justo, más igualitario, también queremos hacer nuestra especial “carta de reyes”, con esta carta de deseos…

Las personas progresistas deseamos y pedimos un mundo que crea en la igualdad de oportunidades y que confíe en lo público para generar cohesión social, mejor educación, mejor sanidad, más oportunidades laborales, mayor proyección y más solvencia económica.

Deseamos un mundo donde la Generalitat no reduzca el servicio de pediatría en los municipios, agrupándolos alegando falta de personal y obligando a la ciudadanía a desplazarse. Donde no crean que la atención personal puede ser sustituida por la telefónica.

Las personas que creemos en que no tenemos un planeta B y que las políticas medio ambientales importan, deseamos un mundo en el que no tener que pasar la vergüenza de ver cómo expulsan a Doñana de la lista Verde de la mayor organización ambiental del mundo debido a la nefasta gestión del PP y sus socios de VOX en Andalucía.

Las personas decentes y con respeto a la institución deseamos un país donde Ayuso no gaste el dinero público en regalar cestas de fruta a sus trabajadores para hacer de la guasa campaña, de la campaña gestión pública.

Los padres y madres deseamos una educación de calidad, no queremos ver como la Generalitat nos culpa del fracaso escolar. Lo intentó primero con los inmigrantes y luego la responsabilidad fue de los padres…. Ni un atisbo de crítica ante la falta de inversión en personal, en medios, los continuos cambios de modelo y de curriculum o el ninguneo constante a las quejas, reclamaciones  y aportaciones de las personas docentes.

Las personas que enferman, es decir: todas las personas, deseamos una sanidad digna, de calidad, con inversiones suficientes en medios, investigación y en personal. No queremos listas de esperas interminables ni ver cómo se aprovechan las crisis económicas o sociales para efectuar recortes ideológicos y primar los centros privados ante los públicos.

Las mujeres tenemos un deseo muy especial: no morir a manos de nuestras ex parejas o parejas. Y no queremos escuchar como se nos culpa después de muertas o se nos humilla con declaraciones que aseguran que la violencia machista no existe.

Los hombres igualitarios desean que se no se les equipare a los machistas, saben que un maltratador no puede ser un buen padre, saben que el patriarcado nos ha obligado a asumir roles que debemos superar, saben que negar el problema nunca es parte de la solución, desean que se sepa de una vez por todas que los hombres de verdad son feministas.

Y por último, permítanme este deseo personal pero transferible: las personas que creemos en un mundo igualitario deseamos un país, un mundo,  republicano donde ninguna persona valga más que otra por haber nacido en una u otra familia.

Ah, y la paz en el mundo… (pero esta vez a ver si es verdad).

Con la esperanza que estos deseos navideños se hagan realidad todos los días del año, ¡feliz navidad y feliz 2024!