Irene Jezabel es periodista y miembro del Comité de Redacción de l’Endavant!
Si vamos a volver a los años 70 en los que la violencia machista eran cosas que pasaban de la puerta de casa hacia dentro, vayámonos acostumbrado a normalizar frases como la que titula este artículo. Una frase que titula también un fantástico libro de Miguel Lorente, que debería ser lectura obligada para todos y para todas, visto los tiempos a los que algunos pretenden hacernos volver. Afirma Lorente en su libro que «muchas de las vigas de nuestra sociedad están podridas», hemos trabajado mucho para intentar restaurar esas vigas y ahora hay quién pretender quemarlas y derruir todo lo construido.
No es un maltratador, tuvo un divorcio duro. Versión moderna del “ella se lo ha buscado” que nos ha regalado Feijóo, para justificar que el PP pacte con un partido que cuenta en su lista con maltratadores, como el sr. Carlos Flores acusado con una sentencia firme de violencia psíquica habitual y reiterada, más de 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones a su ex mujer, a la cual le prohibieron acercarse durante 3 años. El catedrático de derecho de la universidad de Valencia se plantaba dignamente bajo el balcón de su ex mujer y le chillaba día sí, día también: “ladrona, secuestradora de niños, dueña de calabozo, puta, que vives a costa de tus hijos” y le preguntaba “¿no te paso bastante?”. Sus tres hijos menores presentes de la mano del abuelo y él insistía: “cruza enfrente, que es el barrio de las putas, vete con las putas que es lo que tienes que hacer, ¿es que no tienes mujer a la que cuidar?, anda y vete”. Finalmente la hija mayor, de 11 años, fue la que llamó a la policía para pedirle que intervinieran. Un divorcio la mar de duro… para sus hijos y para su ex mujer y familiares. La violencia machista existe, y los maltratadores no son víctimas, son verdugos.
Que el PP haya regalado la presidencia del Parlamento de Baleares a un reconocido xenófobo y negacionista de VOX no es una anécdota, es una acción más dentro de su estrategia de minimizar la violencia de genero para blanquear lo que supone pactar con un partido de extrema derecha.
1.206 asesinatos por violencia machista desde el 1 de enero de 2003 hasta el día de hoy, no son consecuencia de divorcios duros, sr. Feijóo. 1.206 muertas a las que usted les dice que la violencia machista que las ha matado, no existe. No lo dice verbalmente, pero se asocia con quién lo defiende. Les entrega presidencias, les acepta quitar banderas LGTBI de las administraciones, les da la razón a cambio de un puñado de poder. Nunca el interés salió tan caro, nos va a hacer retroceder al siglo pasado, perder todo lo que hemos avanzado, volver a cuestionar valores y afirmaciones que deberían estar más que superadas, como si el matrimonio es un tema heterosexual o la violencia contra las mujeres cosas que pasan por “un divorcio duro”.
El PP nos aboca a las cavernas del pasado más oscuro y le llama libertad, porque para ellos la libertad no es el respeto, ni el progreso, ni la solidaridad o la justicia social. Para ellos libertad es pagar por lo que quiera, sin preocuparme de lo que le pase al resto, tener a mis socios contentos y poder hacer lo me plazca sin que me pese la conciencia lo más mínimo.
El 23 de julio vamos a tener muchas cosas en contra: las vacaciones, el calor, y sobre todo una España dividida a punto de colapsar por culpa, una vez más, de los intereses de unos cuantos sobre los del bien común. Si no te gusta que entre al gobierno de tu país gente que cree que puede lanzar a colectivos con los que no está de acuerdo a la basura, lo mejor será que no te pare ni el calor, ni las vacaciones y que vayas a votar las próximas elecciones.