Con esta contundencia explica la autora la irrenunciable alianza entre el feminismo y el socialismo, como desarrollo lógico del pensamiento marxista. Para Cambrils, la ideología feminista no puede entenderse únicamente desde las clases medias o las demandas sufragistas del siglo XIX, sino que se fundamenta en la propia lucha obrera contra la injusticia y la opresión de los pueblos y, entre ellos, las mujeres.
En su obra más reconocida, El feminismo socialista, publicado en 1925, se desarrolla el “feminismo de clase”, surgido a partir de 1912, en el que se abordan temas más allá del sufragio, como el matrimonio, la familia, el divorcio y la libertad del amor, con un cierto estilo anticlerical. La entonces diputada, Clara Campoamor, que escribe el prólogo, lo deja claro: “El feminismo no ha nacido ni se ha cultivado jamás en los campos de golf, en los halls de los grandes hoteles o en las fiestas aristocráticas; feminismo es sufrimiento, consideración penosa de la diferencia de derechos”. El socialismo es la única ideología liberadora para las mujeres desde el momento en que lucha contra las desigualdades de base social y las injusticias.
María Cambrils ya llevaba años escribiendo en “El socialista” sobre diversos temas vinculados con la libertad de las mujeres y el matrimonio, la maternidad y las libertades, habitualmente como la única mujer en el conjunto de firmas ilustres como Besteiro, Saborit, Largo Caballero o Indalecio Prieto. A partir de la publicación de su libro, sus artículos fueron reconocidos en primera página y se añadieron adhesiones de mujeres como Julia Vega o Claudina García que aspiraron a realizar una publicación específicamente femenina que tendría por nombre “Bandera femenina”. Hasta muchos años más tarde no se reconoce la labor de Cambrils, cuando un grupo de economistas socialistas de Valencia, entre los que formaban parte Ernest Lluch y Dolors Bramon, adoptó el nombre de María Cambrils; era 1976, al inicio de la transición española. Su libro fue reeditado en 1992 por la Asociación Clara Campoamor de Bilbao y en 2019 se puso su nombre a la fundación creada por el Partit Socialista del País Valencià (PSPV-PSOE)
Tenía 47 años cuando publicó su obra más conocida. Nacida en El Cabanyal (Valencia) en 1878, María acabó viviendo en el pueblo alicantino de Pego, junto a su compañero, el socialista José Alarcón Herrero, que inició su colaboración en la Casa del Pueblo, a la que se añadiría María más tarde. Mientras que Alarcón fue fusilado en Denia en 1939, Maria murió poco antes, cuando este aún estaba en la cárcel. Fue sepultada en una fosa sin nombre ni lápida.
El feminismo socialista de Cambrils es representativo de un ideario emancipador e igualitario, consciente tanto de la explotación económica como de la injusta subordinación femenina. En un discurso hegemónico dentro de las corrientes socialistas de la época, que emana de los referentes teóricos y también de la práctica sindical, se vinculan feminismo y socialismo como elementos complementarios.
La implicación de la realidad socioeconómica en la que se ven inmersas las mujeres en el primer tercio del siglo XX en España se ve reflejada en sus escritos sobre los derechos civiles y políticos de estas. Frente a las desigualdades sociales y por ser mujer, Cambrils propone la transformación socialista de la sociedad para que se haga efectiva la igualdad social, laboral y política entre mujeres y hombres.
La subordinación legal de las mujeres del momento es vista así como una manifestación más de tipo cultural hegemónico, basada en la ciencia y los esfuerzos que esta ha hecho para argumentar la supuesta inferioridad femenina con justificaciones biologistas que favorecen el mantenimiento de los roles sexuales.
De este modo, la llamada “naturaleza femenina”, ampliamente argumentada, no deja de ser un equivalente a “inferioridad” que lleva al hombre a la esfera pública y a la mujer la relega a la privada, para “protegerla” y orientarla hacia labores consideradas de menor calado. Un razonamiento que ahora nos parece claramente asumido por las teóricas del feminismo y el patriarcado como sistema que lo sostiene, en esos momentos es planteado como producto de situaciones injustamente asumidas por la sociedad de la misma forma que lo son las clases sociales derivadas de la división del trabajo y la estratificación social.
Naturalmente, la obra de Cambrils ya generó en la época polémica en el propio entorno socialista (impregnado de cultura patriarcal) e incluso se señaló a alguno de los ilustres del momento, como Marañón, como misógino y antifeminista por querer defender los derechos de las mujeres pero mantenerlas en el ámbito doméstico sin poder de decisión. De hecho, deja claro que el “ideal femenino” de que la mujer se quede en casa ocupada de los asuntos domésticos y relacionados con los hijos no deja de ser, para ella, una referencia claramente burguesa, alejada de la realidad obrera de muchas mujeres, especialmente las que pretendían defender el socialismo de clase.
El feminismo es entonces la alternativa más auténticamente radical, la más depurada expresión de la auténtica libertad, ilustrada y universal:
“El socialismo, lógico siempre, liberal siempre, emancipador de todos los oprimidos, libre de prejuicios religiosos, amante de la verdadera moral que basada en la ciencia debe ser nuestra norma de conducta, concede el voto a todas las mujeres sin distinción y lleva el feminismo a su más alto grado.”
Una declaración abierta de admiración hacia el socialismo más liberador que no puede dejar de acercarnos a tiempos más próximos, observando el recorrido de los últimos decenios, realizado por el feminismo amparado por los partidos socialistas y las ideologías de izquierdas y destacando, a su vez, los múltiples obstáculos con los que se sigue encontrando y las sucesivas metas a las que debe aspirar, de la mano de las mujeres y también de los hombres; de todos los que se sienten y se hacen llamar socialistas.
I.S.N.
Referencias
AGUADO, ANA (coord.): Sindicalismo y movimientos sociales. Siglos XIX y XX. Madrid: U.G.T.-Centro de Estudios Históricos, 1994. ARENAL. 10:2; julio-diciembre 2003,
CAMBRILS, María: Feminismo Socialista. Valencia: Tipografía “Las Artes”, 1925.
ARENAL, 1 0:2; julio-diciembre 2003, 243-254
Blog The 11th Hour: Capitalism, the New, New Left and the Gender Industry.