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30 años de Barcelona 92; faltos de proyecto colectivo

22 juliol 2022

Se han celebrado treinta años de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Personalmente no los viví, pero de esa experiencia no solo queda una ciudad como la que conocemos, sino, que queda un sentimiento, y en eso es en lo que quiero entrar.

La celebración en Plaza Sant Jaume donde el fin de fiesta fue a cargo de Los Manolos puso encima de la mesa la necesidad de un proyecto que una y sobre todo que nos permita por un momento olvidarnos de las discrepancias y de los conflictos.

Si algo bueno ha tenido esta celebración de los JJOO del 92, es que durante aproximadamente dos horas nos olvidamos de quienes somos, que pensamos… en definitiva durante dos horas dejamos de lado nuestro día a día y pasamos a centrarnos en las proyecciones de lo que fue y a la vez en cantar las más que conocidas canciones como el Amigos para siempre.

Necesitados de sentimiento de pertenencia

La magia que se provocó durante esas dos horas en Sant Jaume, es el claro ejemplo de que ahora mismo estamos faltos de un proyecto de unidad que aflore de nuevo un sentimiento de pertenencia como el que generó Barcelona 92.

Parece mentira pero, hoy, en pleno siglo XXI como sociedad estamos faltos de poder pertenecer o de poder disfrutar de grandes eventos, grandes logros, que unen, que suman, que provocan que como sociedad podamos unirnos pese a las diferencias. Esto es lo que se tuvo gracias a los JJOO Barcelona 92, y que actualmente nos falta.

Quede claro que no escribo estas líneas de forma nostálgica o añorándolo… escribo este artículo en forma de petición. Nos toca a nuestra generación y a las que van por detrás de la mía, poder formar parte de un gran proyecto que nos haga sentir, vibrar… en definitiva nos toca poder sentir que pertenecemos a algo y que ese algo nos haga sumar.

Necesitamos un proyecto que nos una, que sume, que nos permita sentir que pertenecemos a algo que nos engrandece como sociedad y que nos permite como país dejar de lado las restas y divisiones para centrarnos en sumar y multiplicar. No se trata de un proyecto que lleve consigo una transformación en forma de tocho y cemento, eso ya se vivió, ahora, debería ser un proyecto que como sociedad nos volviese a unir y nos volviese a hacer partícipes.

Si de verdad queremos una sociedad rica en valores, derechos y diversidad, proyectos como lo que fue Barcelona 92… son un buen ejemplo para que si se pudo, se pudo unir a la sociedad y pudimos remar juntos pese a las diferencias.

Marc Guallar García

Secretari d’Acció Metropolitana JSC