Los presupuestos Generales del gobierno de Pedro Sánchez se conocen ya como los más sociales de la historia. Un hito que se tenía en mente mucho antes de que la pandemia obligase a aumentar las inversiones en políticas sociales. Son unos presupuestos pensados para y por la gente. Tan sencillo y tan excepcional, tras años de gobiernos de derechas que jamás pusieron a la ciudadanía en el centro de su agenda.
7 de cada 10 euros de los presupuestos se destinarán a políticas sociales (Ingreso Mínimo Vital, plan de choque para el empleo juvenil, becas para estudiantes, atención a la dependencia…). Se incrementan en más de 20 millones de euros las pensiones. Seremos más sostenibles, con ayudas a los municipios para las zonas de bajas emisiones y la transformación del transporte público para las cero emisiones. En vivienda, mientras la Generalitat hace años que no actúa, el Estado asegura 5,4 millones de euros para promocionar la vivienda de alquiler en el área metropolitana y 59 millones más en Catalunya para aplicar el Plan Estatal de Vivienda.
También mejorarán las conexiones en la comarca con accesos al aeropuerto, impulso en las rondas, actuaciones en las autopistas y una de las grandes noticias de 2021: por fin, los y las ciudadanas de la comarca dejaremos de pagar el peaje de Martorell. En agosto se acabará la concesión y será gratuito. Al fin, en el Baix Llobregat ya no habrá peajes de pago.
Quienes ponen en duda aprobar estos presupuestos son una sola cosa: irresponsables. A los presupuestos más sociales de la historia, la derecha evidentemente se opone. Y la izquierda no se lo puede permitir.
Catalunya necesita tener recursos para dar respuesta a una crisis que ha afectado a nuestra salud, a nuestra gente y a nuestra economía. Son unos presupuestos fundamentales, para el Baix Llobregat y para Catalunya, que aportarán más de 21.000 millones de euros, a los que hay que sumar los 2.300 millones en infraestructuras más las coberturas que dan para proteger a los y las más débiles. Además, servirán para distribuir los Fondos Europeos y las aportaciones de más de 14.000 millones a las comunidades, donde Catalunya representa casi el 19% del total de los presupuestos.
Millones de euros que se traducen en acciones para hacer políticas de protección social, inversiones en infraestructuras y en recuperación económica. Hemos de trabajar para los catalanes y para las catalanas y solo lo podemos hacer con recursos. Éstos son los presupuestos progresistas que necesitamos.