Víctor Grau Ferrer, de 32 años, es el candidato socialista a la alcaldía de Tortosa (Baix Ebre). Maestro, profesor universitario y organizador de eventos, nos explica en esta entrevista por qué ha dado el paso para presentarse y porqué quiere ser elalcalde de Tortosa, así como los principios básicos de su propuesta política para las próximas elecciones municipales del 28 de mayo. 

Por qué quieres ser el próximo alcalde del Tortosa?

Es necesario impulsar un cambio en el gobierno de la ciudad de Tortosa. Después de dieciséis años en manos de Convergència/PDCAT/Juntos por Tortosa, la ciudad debe girar página y abrir un capítulo nuevo, realmente progresista con políticas de izquierdas. Es necesario un timonel de ideas frescas que marque la dirección de la ciudad en todos los ámbitos sin abandonar ni dejar atrás a nadie. Quiero despertar de nuevo la ciudad, dormida por falta de liderazgo político, siempre pensando en el futuro.

¿Resume en una frase el principal objetivo de tu mandato, si logras la alcaldía?

Quiero construir una ciudad ambiciosa que afronta el futuro como un reto lleno de oportunidades: construir la Tortosa de los 50.000 habitantes, la Tortosa del Sí. [Se puede aprovechar como titular]

Si tuvieras que hablar a un desconocido de cómo es Tortosa, ¿cómo la describirías?

Tortosa es una ciudad con un imponente legado histórico que quiere volver a hacer historia. Lo tiene todo por hacerlo posible: un río que determina Tortosa, riqueza histórica y cultural, festiva y deportiva. Pero sobre todo, tiene lo más importante, una fuerza humana que quiere impulsar el cambio: el conjunto de las tortosinas y tortosinos que aman la ciudad y trabajan intensamente para hacerla mejor, aunque no existe un liderazgo político que piensa e imagina la ciudad del futuro, para todos, sin diferencias de ningún tipo. 

¿Cuáles son los principales problemas de los tortosinos y las tortosinas?

Tortosa carece de futuro y planificación. Es necesaria una recomposición morfológica de la ciudad en términos integrales. Es necesario realizar un planeamiento urbanístico nuevo y equilibrado que permita conjugar la rehabilitación así como la nueva construcción para hacer posible un crecimiento exponencial. El casco antiguo, entre otros barrios, no podemos convertirse en zonas marginales. Es necesaria, por tanto, una nueva configuración y reequilibrio social. Es necesario revertir la falta de previsión en la dotación, gestión y reparto de equipamientos y servicios en la ciudad y sus pueblos. Asimismo, la ciudad no puede no afrontar las emergencias medioambientales existentes: es necesario hacer una ciudad más amable en términos de movilidad, utilización de la bicicleta, aparcamientos, zonas verdes y parques. Asimismo, no puede ser que la ciudad gire el hombro en el río el Ebro: ¡tenemos que vivir de cara al río! ¡Es un gran activo de ciudad!. Asimismo, carece de un plan estratégico de recuperación de calles, plazas, patrimonio arquitectónico e histórico así como un claro impulso de la actividad comercial y de hostelería en la ciudad. La desaparición acelerada de comercios es un claro ejemplo.

¿Qué soluciones planteas? ¿Qué proyectos te propones salir adelante, como prioritarios?

Construir la ciudad de sus 50.000 habitantes: una propuesta integral, ambiciosa y de futuro. Pensar en una ciudad para 50.000 habitantes nos obliga a determinar acciones para hacerlo posible: necesitamos generar un nuevo músculo económico potenciando la industrialización de los polígonos, fomentando dinámicas estimulantes en el ámbito empresarial y comercial, haciendo una planificación urbanística integral, favoreciendo la conectividad territorial, impulsando un liderazgo positivo y realizando una ciudad de servicios y de cohesión social. La defensa del nuevo hospital, la demanda del desdoblamiento del eje del Ebro, la ampliación y mejora de los servicios en los polígonos industriales, la creación de la oficina de captación de talento y de empresas, la mejora de la seguridad urbana, ampliación o creación de zonas de estacionamientos o la dinamización de la hostelería, son algunos ejemplos.

¿Cómo imaginas la Tortosa del futuro, si logras la alcaldía?

Una ciudad que crece imparablemente fruto de la gestión política. Una ciudad de oportunidades para todos. Una ciudad en la que todo el mundo puede desarrollar su vida laboral, social y familiar con normalidad. Una ciudad que no deja a nadie atrás y que permite al conjunto de los tortosinos y tortosinas sentirse positivamente identificados con su municipio. Esto pasa por impulsar políticas positivas, medidas y con sentido pero desinhibidas, ambiciosas y con clara proyección de futuro: menos electoralismo y más política de verdad. Esto significa, trazar grandes líneas de trabajo que miran hacia adelante e irremediablemente lleven a la ciudad adelante. 

Por último… como en el minuto de oro de los debates televisivos: ¿por qué te deben hacer confianza, a ti ya tu candidatura?

La experiencia de quienes nos han gobernado hasta ahora durante estos últimos 16 años, ya sabemos a dónde nos han llevado: al ostracismo. Tortosa avanza pero no lo hace ni a la velocidad, ni en la dirección que toca: calles y plazas no es hacer política. Pues hacer política de forma diferente para conseguir objetivos diferentes, mucho más ambiciosos y adaptados a las necesidades futuras. Quiero aplicar, en Tortosa, la fórmula de éxito que me ha guiado hasta ahora: dedicación, escucha activa, liderazgo positivo, mano tendida, innovación, cooperación, positividad, amabilidad y trabajo en equipo sin personalismos. Priorizar el proyecto de ciudad por delante de todo.