Albert Bramon, DeEcologistas por las Nucleares, escribe esta aportación al debate sobre la Energía de l’Endavant, como respuesta a las aportaciones publicadas hasta ahora.
Defiendo la construcción del Parque Eólico de la Costa Brava. Para quienes no lo sabéis, el proyecto “Tramuntana” consistiría en 80 molinos flotantes de 260 metros de alto situados a unos 40km, frente a la bahía de Roses.
Su potencia máxima sería de 1 GW, pero su potencia media sería de 0,3 GW porque, a veces, o no hace viento, o hace demasiado. Esta potencia sería justo una tercera parte de la potencia media de cualquiera de las tres centrales nucleares que Cataluña tiene.
¡Si quisiéramos sustituir Ascó I, Ascó II y Vandellós II por molinos de viento deberíamos construir 9! 9 Parques Tramuntana. ¿Ve Cataluña dispuesta a hacerlo?
Y, alerta, las 3 nucleares producen un gran 50% de la energía eléctrica en Cataluña y la energía eléctrica supone sólo una quinta parte de la energía que consumimos (en transporte, industria y agricultura), en consecuencia necesitaríamos 90 parques Tramuntana por tener 100% renovable.
Vale, ya sé que también tenemos la energía fotovoltaica. Muy bien, para obtener 1 GW de potencia media necesitamos 100 km2 de placas, es decir 100 cuadrados de 1km de lado.
Y tenemos también la energía hidráulica que, actualmente es un 12% de la energía eléctrica producida y no va a crecer en el futuro.
Haciendo pues un cabezazo, para tener 100% de renovables en Cataluña necesitaríamos 40 parques Tramuntana, 200 cuadrados de 1 km de lado de placas y mantener los pantanos que ahora disponemos.
¿Se ve en corazón de llegar?
Sí, ya sé que algunos me replicará diciendo que llegaremos al rendimiento de las placas solares de un 100%, que multiplicaremos por 100 la capacidad de almacenamiento de las baterías, que utilizaremos hidrógeno verde, que reduciremos nuestro consumo de energía en una décima parte de la actual,…
La realidad, la dura realidad, es que tenemos un problema muy serio con el calentamiento global y que la solución será fruto de la utilización de todos los recursos que tenemos a mano, renovables, nuclear, investigación y nuevas tecnologías, ahorro energético y geoingeniería .
El problema siempre está en convertir una buena solución en la solución única, una solución mágica, que lo resuelve aunque, sobre todo, nos sacude la responsabilidad y la traslada a los “políticos”.
La energía nuclear de fisión no es la solución, es una parte de la solución, no emite CO2, ocupa poco espacio, es constante y no intermitente, no es una bomba atómica, es muy segura, hace pocos residuos y sabemos dónde están, es barata, con reservas de combustible por muchos años y está muy bien controlada internacionalmente. Es verdad que, actualmente, es una mala inversión, pero no porque sea cara sino por la falta de garantías de futuro de los inversores.