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El adelanto del calendario escolar y la jornada continúa en septiembre, ¿medidas con perspectiva de género? Por Mireia Bel

19 septiembre 2022

El adelanto del calendario escolar y la jornada continúa en septiembre

Por Mireia Bel

El adelanto del calendario escolar y la jornada continúa en septiembre, ¿medidas con perspectiva de género?

Este año, los niños y niñas catalanes han empezado el curso una semana antes de lo habitual. El anuncio de este anticipo, realizado por el conseller Cambray en plena crisis de Govern por la sentencia que obliga a los centros educativos a impartir un mínimo del 25% de las clases en castellano, fue recibida con sorpresa por parte de la comunidad educativa. Ni profesores, ni equipos directivos, ni sindicatos, ni asociaciones de familias habían sido previamente informados de este cambio que, como se ha visto en los últimos meses, ha tenido un gran impacto sobre todos los colectivos afectados.

El adelanto del curso escolar es una reivindicación histórica de gran parte de las familias, que consideran que 11 semanas de vacaciones son excesivas y conllevan una pérdida de rutinas y conocimientos importantes, además del evidente problema de conciliación. Este avance también ha sido reivindicado por diversas instituciones del sector, que insisten en que una parada estival excesivamente larga para, e incluso hace retroceder, el ritmo de aprendizaje, especialmente del alumnado más desfavorecido.

Si miramos nuestro entorno, constatamos que empezar el curso el 5 de septiembre en vez del 12 hace que Cataluña se parezca más al resto de comunidades autónomas, pues la mayoría ya arrancan los primeros días de septiembre (este año la mayoría lo han hecho el jueves 8). Hasta ahora, de hecho, la anomalía era Cataluña, que tradicionalmente comenzaba el curso después de la Diada. Según datos publicados por la Comisión Europea[ 1 ], en nuestro entorno también hay bastante disparidad en cuanto al inicio del curso escolar. En 10 países o regiones, entre ellos Dinamarca, Finlandia y algunos landers alemanes, el curso comienza en agosto. Sin embargo, el grueso de países (13) lo hacen a principios de septiembre y algunos otros, sobre todo los del sur de Europa (Grecia, Chipre, Portugal o Italia), todavía van más tarde y la vuelta a la escuela está en medios de mes.

¿Y cuántas semanas de verano hacen en el resto de Europa? Aunque 11 semanas de vacaciones de verano nos pueden parecer muchas, en la gran mayoría de estados europeos el período estival comprende entre 9 y 11 semanas. Hay algunos países como Holanda y Liechtenstein que solo cumplen 6, y en el extremo contrario se sitúan Letonia o Albania, donde llegan a las 13 y 15 semanas, respectivamente. Así pues, en Cataluña estábamos y estamos dentro de la normalidad si lo comparamos con nuestro entorno.

Sin embargo, el anuncio del adelanto del calendario vino acompañado de un nuevo elemento que también causó sorpresa: la implantación de la jornada intensiva en las escuelas públicas durante todo el mes de septiembre. Rápidamente, la comunidad educativa cuestionó el anuncio, tanto por la unilateralidad como por el impacto de ese cambio en la organización de los centros escolares y las familias.

Según el propio Departamento de Educación, “el horario intensivo se realiza para favorecer el confort térmico del alumnado y los docentes, para facilitar la coordinación del personal docente para trabajar los contenidos pedagógicos del curso y para facilitar que la conciliación sea real y efectiva y ayudar a aquellos miembros de las familias que tienen a su cargo el cuidado de niños y jóvenes y que la sociedad atribuye muchas veces a las mujeres”.

Vamos a palmos. Por lo que se refiere al confort térmico, es cierto que los centros escolares son de los pocos equipamientos públicos que no disponen de aire acondicionado. En este artículo no nos vamos a ocupar de este punto, pero creemos que es discutible que la mejor solución para optimizar el confort sea reducir el tiempo en la escuela. Poco después del anuncio, además, el Departamento informó de que por las tardes se realizarían actividades no lectivas en las aulas, por lo que es posible que los alumnos que se queden -que previsiblemente será la inmensa mayoría- sigan sufriendo el calor .

Por lo que se refiere a la coordinación del personal docente, la falta de horas para preparar contenidos es una de las principales quejas del profesorado, así que se podría suponer que el colectivo en este punto está de acuerdo, aunque eximirlos horas lectivas durante las tardes de septiembre no mejorará la situación el resto del año. Todo ello a la espera de confirmar que a partir de enero los docentes recuperarán el horario lectivo previo a los recortes, como prometió el consejero Cambray para desactivar las huelgas que habían convocado a los sindicatos este inicio de curso.

Y, ¿qué sucede con la mejora de la conciliación? ¿Una jornada continúa en las escuelas favorece la conciliación en comparación con una jornada parcial?

En España la jornada escolar no es homogénea en todo el territorio. Es un sistema mixto en el que la organización del tiempo escolar depende de cada Consejería, que a su vez puede otorgar a los centros escolares autonomía para organizarse. Esta descentralización ha hecho que en los últimos años el proceso para comprimir la jornada lectiva se haya acelerado, llegando a más del 70% de las escuelas de infantil y primaria.

Esta cifra nos sorprende desde Catalunya, ya que somos una de las pocas comunidades autónomas, junto con Euskadi, en la que la jornada partida es mayoritaria en los centros escolares (clases por la mañana, pausa para el almuerzo y clases por la tarde), pero el número de escuelas con jornada intensiva crece cada año.

Ambas opciones tienen defensores y detractores a nivel pedagógico, y en este artículo no pretendemos posicionarnos a favor de una u otra, pero sí queremos analizar el impacto de esta jornada en el mercado laboral y la conciliación, especialmente de las mujeres, dado que el Departamento ha hecho bandera de ese cambio como una política feminista.

Entre los estudios publicados sobre la jornada parcial o compacta, uno de los más completos lo publicó en 2021 la OCDE bajo el título Más tiempo en la escuela: Lessons from case studies and research on extended school days. El estudio analizaba 6 casos de países (Dinamarca, Colombia, Austria, Portugal, Chile y Uruguay) que han hecho una apuesta política por ampliar el tiempo educativo dentro de las escuelas de forma subvencionada, en algunos casos para realizar actividades lúdicas y en otros para repasar contenido curricular.

Por lo que se refiere a la conciliación ya la situación de las mujeres, este estudio señala que la extensión de la jornada escolar tiene un impacto positivo en la participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Y no es el único: varias experiencias han demostrado que aquellos países en los que la jornada escolar es más larga, la participación de las mujeres en el mercado de trabajo es mayor.

Uno de los países donde más se ha estudiado esta relación es Alemania, donde en 2003 se apostó por ampliar el tiempo escolar, dando la opción a las familias de alargar la jornada en dos horas al día. En 2019 se publicó el estudio School entry, afternoon care, and mothers' labour supply[ 2 ] que tenía por objetivo analizar el efecto de esta política centrándose en las madres que tenían niños en primaria, ya que, hasta el momento, casi todos los estudios ponían el foco en el impacto de la jornada y la conciliación cuando les niños están en la primera etapa escolar.

El estudio es contundente y concluye que "el hecho de que los niños estén en la escuela por la tarde aumenta la probabilidad de la madre de empezar a trabajar, de continuar trabajando y de aumentar el número de horas que trabaja". Concretamente, calculan que el hecho de que los niños tengan escuela después de la pausa del almuerzo aumenta en un 11'4% las posibilidades de empezar a trabajo por parte de las madres que no están en el mercado laboral. Por lo que a la jornada de las que ya trabajan, de media el aumento es de 2'6 horas semanal. En el caso de los hombres que son padres, esta medida no parece tener impacto sobre su participación en el mercado laboral o su jornada laboral.

En nuestro país todavía son pocos los estudios sobre el impacto de la jornada intensiva en el empleo femenino, pero hace sólo unos meses ESADE[ 3 ] publicaba un alertante de los efectos de la jornada continua en el alumnado, la participación de las mujeres en el mercado laboral y, de rebote, el impacto en la economía española.

Para analizar esta última parte, el estudio realiza una aproximación al tema a partir del análisis de otros estudios y los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida realizada por el INE. Gracias a cruzar datos de ingresos brutos familiares, jornadas de trabajo y jornadas escolares, llegan a las siguientes conclusiones:

  • De media, las familias que llevan a los niños a centros con jornada continua tienen más ingresos que los que los tienen matriculados en escuelas con jornada intensiva.
  • La brecha salarial de género existe tanto en las familias con niños que acuden a centros con jornada intensiva como los que van a jornada completa. Sin embargo, ésta se amplifica en el caso de la jornada partida (32'9% vs 39%).
  • Las familias que llevan a los niños en jornada intensiva hacen mayor uso de terceros (familiares y servicios profesionales) para conciliar, independientemente del nivel de renta. Sin embargo, la mayoría de familias analizadas no las utilizan (91%).

En estos casos, después de analizar las rentas de ambos progenitores, se muestra cómo la jornada intensiva y sin ayuda de terceros (se considera este apoyo, sea de profesionales o no, a partir de 1h/4 días semana) tiene un impacto negativo en los ingresos de la madre (1.850€ brutos anuales de media, siendo la pérdida superior a los 3.000€ brutos anuales por las madres con estudios superiores) y en el padre (970€ brutos anuales de media).

  • En el caso de la minoría que sí hace uso de terceros (9%), los ingresos brutos de la madre aumentan, mientras que los del padre no muestran cambios significativos.

A la hora de explicar las diferencias salariales entre la renta familiar de familias de ambos modelos, hay que tener en cuenta que la mayoría de centros concertados y privados en toda España realizan jornada completa, independientemente de que los centros públicos de esa comunidad autónoma hagan jornada intensiva. Madrid sería un ejemplo paradigmático de esa situación.

Hasta ahora, el Departamento de Educación, a diferencia de la mayoría de comunidades autónomas, no ha mostrado voluntad de abrir el debate sobre la jornada escolar, pero el experimento de septiembre podría ser un peligroso precedente para una futura compactación de la jornada escolar, lo que, desde una perspectiva feminista, supondría un retroceso en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral.

[ 1 ] European Commission/EACEA/Eurydice, 2021. Organización de School Time en Europa.Primary and General Secondary Education – 2021/22. Eurydice Facts and Figures. Luxemburgo: Publicaciones Office of the European Union.

https://op.europa.eu/en/publication-detail/-/publication/f4e1c244-19ba-11ec-b4fe-01aa75ed71a1/language-en

[ 2 ] Gambaro, Ludovica; Marcus, Jan; Peter, Frauke (2019) : School entry, afternoon care, and mothers' labour supply, Empirical Economics, Springer, Berlin, Vol. 57, Iss. 3, pp. 769-803 1435-8921, https://doi.org/10.1007/s00181-018-1462-3

[ 3 ] Jornada escolar continúa: Cómo la pandemia está acelerando un modelo social y educativo regresivo. EsadeEcPol Center for economic Policy. 2022

https://www.esade.edu/itemsweb/wi/Prensa/EsadeEcPol__Jornada%20Escolar.pdf