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Girona – Silvia Paneque

21 marzo 2023

Girona - Silvia Paneque
Silvia Paneque (1972), química de profesión, es la candidata socialista a la alcaldía de Girona. Actualmente es diputada en el Parlament de Catalunya y portavoz socialista en ese ayuntamiento. En este espacio podrás conocerlo un poco mejor, así como las principales propuestas para gobernar Girona, a partir del próximo 28 de mayo. 


Ha obtenido el apoyo de intelectuales como Antoni Puigverd o el de quien fue rector de la Universidad de Girona, Sergi Bonet, ¿a parte de muchas otras personas definidas como gerundenses que quieren el cambio en la ciudad?

Sí. Se ha formado una plataforma de gerundenses y gerundenses que quieren el cambio en la ciudad de Girona. Además, me han dado confianza para representarlo. También son exigentes y piden que ese cambio vaya más allá del PSC. Así que han hecho una plataforma para acompañarme en estas próximas elecciones.


¿Cuáles son las principales líneas de gobierno que propone para Girona?

Quiero ser alcaldessa de Girona porque tengo el convencimiento de que debe acompañarse la fuerza de la ciudad con un nuevo impulso del Ayuntamiento. Quiero que el Ayuntamiento sea realmente la casa de todos los gerundenses y gerundenses y que su principal fortaleza sea el servicio a la gente. El Ayuntamiento debe estar cuando el ciudadano lo necesita, acompañar a las personas cuando van a comunicarle un problema oa la hora de hacer un negocio.

Quiero ser alcaldetambién, porque creo que Girona debe recuperar el empuje y la ambición como ciudad y capital de Cataluña. El nuevo Trueta debe ser un elemento fundamental y, a la vez, deben iniciarse otras transformaciones de progreso, como hacer un centro mayor, con un espacio público que favorezca el comercio; apoyar un nuevo modelo de industria sostenible y la economía circular, de infraestructuras verdes y energías descarbonizadas. Veo esta apuesta como una oportunidad económica que puede incidir en una mejora muy significativa de la calidad de vida de todos.

Hay otra transformación que también es muy necesaria: realizar una Girona para la gente de Girona. Que la ciudad sea más segura, con una movilidad más razonable, más limpia, con un espacio público bien cuidado. Que cada barrio pueda tener un espacio de encuentro, un parque a menos de trescientos metros, tres árboles desde la ventana, tiendas imprescindibles, espacios de cultura y deporte… todo ello a menos de cinco minutos de casa. Una ola de cohesión de barrio.

Creo que en seguridad también hay un amplio recorrido por mejorar. Debemos ser rigurosos, debe haber tolerancia cero con la delincuencia y el incivismo, las ordenanzas y las leyes deben cumplirse. Y, a la vez, es necesario incorporar más recursos preventivos, que estuvieron y han desaparecido o se han dejado en mínimos. Los agentes cívicos en la calle, por ejemplo. Y recuperar el programa Escalas Seguras contra los empleos conflictivos y el programa de Agentes tutores contra el acoso escolar, que daba muy buenos resultados. 


Por más complicados que fueran algunos momentos, por ejemplo durante el Proceso, usted siempre ha ejercido una oposición tranquila, sin crispar ni inflamar. ¿Gobernar ahora significaría la victoria de este tipo de política tranquila?

La política tranquila es un valor fundamental para la calidad democrática y también una actitud responsable que debemos a los ciudadanos. El ruido y la pelea pueden ser muy espectaculares, ocupar grandes titulares, pero no hacen mover una administración ni logran mejorar la vida de los ciudadanos y ciudadanas. Pueden mejorar un resultado electoral, pero no mejoran una ciudad, la empeoran. Los políticos nos debemos a la gente y es el servicio público el que debe movernos. Tenemos ideas políticas que tienen una influencia evidente cuando diseñamos acciones concretas, pero esto no debe estar por encima ni tampoco debe impedirnos ejercer la responsabilidad de comportarnos con serenidad, con vocación de diálogo y buscando el consenso en favor de la ciudad y sus habitantes.


Un mensaje centrado es lo que le conviene a Girona?

A Girona le convienen muchas cosas, porque son también muchas las que han ido dejándose indebidamente de lado. Pero sí, un mensaje centrado y una normalidad institucional es lo que conviene al Ayuntamiento ya la ciudad. Le conviene, tanto en la relación con los ciudadanos, todos y todas las ideologías, como también en la relación con las demás instituciones, porque en los últimos años se ha alimentado la confrontación y esto ha perjudicado gravemente a la ciudad. La lealtad institucional ha sido clave para las grandes inversiones de Girona y de Cataluña. Es necesario volver a establecer vínculos de confianza con todas las administraciones y ser absolutamente exigentes con la Generalitat y con el Estado a favor de Girona.


¿Cuáles son las perspectivas para el 28 de mayo?

Tenemos buenas perspectivas, estamos convencidos. En la ciudad hay ganas de cambio y son muchos los ciudadanos que miran hacia nosotros y nos lo expresan de forma directa. Se nos acerca gente que quiere colaborar, gente que nos explica que aman Girona y no les gusta ni cómo está funcionando el Ayuntamiento ni la falta de rumbo que notan. Muchos gerundenses están preocupados por Girona, que es cierto que es una ciudad con una gran vitalidad y capacidad económica, pero que también pensamos que durante los gobiernos de JuntsxCat ha perdido pistonada.


¿En qué se traduce esa pérdida de impulso de la que habla?

Los últimos cuatro años han sido los peores de la democracia. Había la posibilidad de un gobierno alternativo y Junts y ERC escogieron un gobierno en minoría agotado desde el primer día. Los últimos gobiernos de Junts han coincidido en algo, además, que es la falta de proyectos estimulantes. Es como si no miraran hacia el futuro con ilusión, no tienen ningún gran proyecto que proporcione estas ganas de ir hacia delante en una dirección bien diseñada y pensada. De alguna manera, la ciudad ha salido adelante porque la inercia del impulso de la gente es muy fuerte, pero esta fuerza no puede estar sola. A esto, además, hay que sumarle la gran cantidad de proyectos que se anuncian y no se hacen realidad. Ésta ha sido una constante del gobierno de Junts. Sería el caso de muchas promesas incumplidas como la casa de la tecnología, la reforma de la entrada norte de la ciudad, la Central del Molino, la marquesina del Parque Central, la cobertura de una pista en Fontajau… En cada proyecto incumplido una nueva promesa. Y, a final de mandato, dentro de esa lógica, una nueva candidata.


La ciudad ya ha superado los 100.000 habitantes, no es esa pequeña ciudad de antes. ¿Cuáles son sus nuevas necesidades?

Hemos insistido mucho en que una ciudad mayor necesita un centro más grande. Pensamos revitalizar el comercio y al tener un centro vivo que crezca en zonas peatonales donde poder pasear y comprar de manera agradable. Este mayor centro debe ir de la plaza Catalunya hacia las zonas comerciantes del Eixample. También es muy importante incrementar los espacios verdes, que harán el espacio más amable, ayudarán a descender las temperaturas en verano ya mejorar la calidad del aire. Tenemos pensado realizar transiciones verdes de los ríos hacia la ciudad, construir espacios mucho más amables…

También es necesario realizar una buena gestión del día a día. Y, en cambio, existe una opinión bastante generalizada de que el Ayuntamiento no aprueba o que no se hace suficientemente bien el trabajo, ni en el cuidado del mobiliario público, ni en tener bien el ajardinamiento y sobre todo la limpieza de las calles puede mejorar mucho. La limpieza puede parecer un tópico, pero las cosas son así: hay ciudades limpias y ciudades que suceden y ésta es una cuestión muy sensible, molesta mucho a los ciudadanos y tienen razón, porque el entorno en el que nos movemos es importante para el nuestro bienestar. Girona debe estar limpia, debe excelir en ello.


Y en cuanto a los grandes proyectos, ¿qué necesita esta mayor ciudad?

Por supuesto está el tema del nuevo hospital Trueta, que es la gran oportunidad de la Girona de los próximos años. A su vez, necesitamos también una segunda ola de equipamientos, dar a los barrios más calidad de servicio municipal y conectarlos mejor con el centro. La primera ola de equipamientos transformó la ciudad, pero ahora, con mucha más población, hay barrios que necesitan nuevos equipamientos, algunos de forma urgente. Éste es el caso del CAP del Eixample. Hemos insistido en que se empiece a trabajar con los presupuestos de la Generalitat. También se necesitan nuevos equipamientos deportivos, ésta es una necesidad importante que todo el mundo del deporte nos expresa. Los barrios de la izquierda del Ter, en particular, necesitan un equipamiento porque les corresponde Fontajau, que tiene otros usos para los equipos profesionales de baloncesto de la ciudad. Y así podríamos ir añadiendo otros equipamientos para otros barrios, sería toda una lista que no se podrá hacer toda de inmediato, pero que debe empezar a planificarse. Es necesaria una segunda ola de equipamientos en Girona.


Nos decía que el principal reto es el nuevo Hospital Trueta. ¿Qué falta para que acabe de arrancar el proyecto?

Es vital para el mundo de la salud en la región sanitaria y es la gran inversión del siglo XXI. La salud es clave para una sociedad del bienestar moderna y atenta al conjunto de la ciudadanía. La infraestructura es, además, una gran oportunidad de desarrollo económico y de creación de puestos de trabajo en torno al nuevo campus. Además, los proyectos de innovación médica y en salud que habrá. Es por eso que hemos insistido tanto en este tema y he trabajado personalmente para que estuviera presente en estos presupuestos de la Generalitat de Catalunya.

Hasta ahora, ha faltado voluntad política. En ocasiones hemos tenido la impresión de que desde el Ayuntamiento no se acababa de apostar con todas las ganas por este nuevo equipamiento imprescindible, porque hay de fondo el hecho de que allí donde se hará el nuevo hospital no es la ubicación que quería el gobierno municipal. El proyecto lleva retraso y esto incluso ha provocado inquietud en el sector médico de la ciudad. La Generalitat debe cumplir con la deuda histórica que tiene con la región sanitaria gerundense, pensamos que esto es fundamental y por eso ahora en el pacto de Presupuestos hemos conseguido que por primera vez haya una partida económica de dos millones de euros para empezar la redacción del proyecto. En paralelo deben terminarse de dar los pasos en cuanto al desarrollo urbanístico.

Piense que en Trueta hay una lista de espera en operaciones oncológicas que supera a las del resto de hospitales grandes catalanes, y que con demasiada frecuencia nos encontramos con que se envían gerundenses a tratarse diferentes afecciones en Barcelona. Esto no puede ser. Necesitamos un nuevo Trueta bien dimensionado, bien dotado y moderno. Pero este nuevo equipamiento no es sólo importante desde el punto de vista asistencial, sino también desde el punto de vista económico. El nuevo Trueta será un hospital universitario y debe ser un gran motor de futuro para la ciudad y toda la región, porque estará conectado con el Santa Caterina, se formará un gran polo sanitario y toda una industria biomédica alrededor que creará sitios de trabajo y riqueza. A su vez, el Trueta es una oportunidad también para la zona sur de la ciudad, barrios muy densos que tendrán oportunidades de mejora.


¿Cómo es la relación de Girona con sus barrios?

En realidad la falta de rumbo del Ayuntamiento ha afectado a todos los barrios, periféricos y los del centro. Pero sí hay barrios que sufren de forma más acusada problemas concretos como la inseguridad, los empleos conflictivos o una dejadez del espacio público aún más palpable. En estos barrios debemos ser capaces de incorporar mejores conexiones, mejores servicios, un nuevo urbanismo con mucho más verde, como antes le decía, un espacio público muy cuidado.


¿El cambio climático está aquí y requiere cambios en la movilidad?

Mucha gente llega a trabajar en Girona desde las comarcas cercanas y esto hace necesario crear aparcamientos disuasorios con una buena conectividad con el centro en autobús. Se debe hacer una apuesta valiente por tener una ciudad con una movilidad más sostenible. Y, por otra parte, Girona tiene unas dimensiones que todavía permiten que mucha gente vaya a los sitios andando, pero también tiene un transporte público insuficiente, que necesita cambios. El autobús es uno de los más caros de España, no hay ningún bus nocturno, los horarios son muy limitados a primera hora de la mañana y finalizan pronto por la noche… Y las rutas a menudo no dan soluciones para que no conecten los barrios, todos los autobuses van hacia el centro y allí deben realizarse transbordos que acaban haciendo la ruta mucho más larga que haciéndola a pie. De las frecuencias del fin de semana son más que mejorables. La consecuencia es que la gente coge el coche. Se deben mejorar las rutas y las frecuencias, para que esto no ocurra: nosotros hemos propuesto un paquete de mejoras, entre ellas una ruta circular que conecte los barrios periféricos y que ahora no existe.


Una de las personas que ha dado a conocer usted de su candidatura es Josep Palouzié, intendente de la policía municipal, que ocupará el número 8. Con esto está diciendo que la seguridad es un problema en Girona?

La seguridad es una de las soluciones que necesita Girona. Indudablemente, Palouzié es una incorporación que debe leerse en este sentido. Seguridad y convivencia son casi siempre las primeras preocupaciones cuando interlocutamos con vecinos y vecinas en los barrios. Y si no se dedican los recursos necesarios, como es el caso, entonces es cuando surge el problema. En Girona nos hemos encontrado con un empeoramiento de los datos y con una plantailla de policía congelada en los últimos años. Ofrecimos al gobierno un pacto para apoyar presupuestario e intentar acercarnos a las ratios recomendadas por Europa, pero no obtuvimos respuesta. Y, mientras, los problemas de seguridad que antes sufrían sobre todo barrios como San Narciso, Santa Eugenia o Can Gibert del Pla, se han extendido en la zona de la estación, en el barrio Viejo, en la Rambla… Los comerciantes lo denuncian mucho , con razón.

Y también está el tema de las ocupaciones conflictivas de viviendas, que se han convertido en un problema creciente que complica mucho la convivencia en las comunidades de vecinos. Creemos que en seguridad existe un amplio recorrido de mejora.


¿Y hay solución para estos problemas?

Nosotros en situaciones de este tipo, tanto en delitos como en problemas de convivencia y de incivismo, confiamos mucho en una combinación de tolerancia cero con los delincuentes y la implantación de programas preventivos que han demostrado su eficiencia en diferentes situaciones. Queremos reavivar el programa de Escalas Seguras, que ya habíamos desarrollado tiempo atrás, y dar peso a los agentes cívicos ya los educadores de calle o al programa de Agentes Tutores, que trabajaba en temas de acoso escolar en los institutos. En el tema de las ocupaciones conflictivas existen fórmulas de éxito que han utilizado otros ayuntamientos en Cataluña y que están dando buenos resultados.


Alguno de sus rivales políticos tendrá que ser seguramente un socio para llegar a gobernar. ¿Cuál es su planteamiento inicial al respecto?

Nuestro planteamiento es que es necesario un cambio en Girona y que podemos ganar las elecciones si todo el mundo nos ayuda. Y nuestro programa es todo por Girona.