Actualidad

"Europa y España serán más fuertes con mayor presencia de Cataluña"

25 marzo 2024

El primer secretario del PSC y candidato a las elecciones, Salvador Illa, ha pronunciado este lunes una conferencia en la London School of Economics bajo el título 'Strengthening Europe from Catalonia', en el marco de un viaje de trabajo de cuatro días a Londres y Edimburgo, acompañado de la eurodiputada y secretaría de Política Europea e Internacional del PSC, Laura Ballarín, y el eurodiputado Javi López.

"Europa y España serán más fuertes con mayor presencia de Cataluña y Cataluña será más fuerte con mayor presencia de España y Europa, sus instituciones y su diversidad", ha defendido Salvador Illa, apostando por “más Cataluña en España y en Europa y más Europa en España y en Cataluña”.

Siguiendo el modelo federalista, Salvador Illa ha asegurado que "sólo fortaleciendo los lazos que nos unen, reuniéndonos de manera cada vez más cercana, podremos preservar nuestras libertades democráticas más queridas". “El federalismo es a la vez una forma de entender el mundo y una forma de gobernarnos, nos enseña que diferentes identidades pueden coexistir dentro de un mismo sistema político, que diferentes creencias, naciones, lenguas e identidades puedan unirse para forjar algo mejor aún con la fuerza de sus diferencias”.

Elecciones en Cataluña

Salvador Illa ha recordado que las elecciones catalanas del 12 de mayo son “el preámbulo” de las europeas del 9 de junio: “Tengo la máxima fe en Cataluña y su gente. Y tengo la firme convicción de que enviaremos el mensaje más contundente posible al resto de Europa a las puertas de las elecciones europeas. En Cataluña elegiremos la reconciliación por encima de la división; elegiremos la tolerancia ante la discriminación; escogeremos el federalismo y una mayor integración, y enviaremos un mensaje a todos nuestros hermanos y hermanas, de Helsinki a Lisboa, de Dublín a Bucarest. Estamos todos unidos a esta causa”.

Sobre las elecciones en Cataluña, Salvador Illa ha constatado "las consecuencias de una política de división y de presidentes que han optado por enfrentarse más que por unificar". “Hemos perdido una década por un enfrentamiento estéril que ha llevado a la parálisis”, como puede verse con ejemplos como la sequía, la educación, las energías renovables y la fuga de empresas. “Como presidente, voy a trabajar incansablemente para recuperarlas. Pero también os digo: con una manera diferente de hacer política y otro tipo de gobierno, estas empresas nunca se habrían ido”.

Defensa de la política útil

Salvador Illa ha descrito dos formas de hacer política, una que se basa en "la división" y otra que se basa en "servir" a la ciudadanía y buscar "el bien común". La primera forma de hacer política ve el pluralismo como un “obstáculo” y las instituciones como “instrumentos”; prefiere buscar culpables antes que asumir responsabilidades; centra sus objetivos en los agravios del pasado y no en los retos del futuro; simplifica las soluciones complejas, y exige aislacionismo en un mundo interconectado.

En cambio, la segunda manera de hacer política, la que practican los socialistas, busca el beneficio colectivo; trata a los rivales “con respeto” y no como enemigos; defiende el "pluralismo"; respeta la neutralidad de las instituciones; asume responsabilidades y ve los errores del pasado como un estímulo por mejorar; reconoce que la realidad es compleja y que es necesario hacer concesiones para conseguir el bien común, y entiende que sólo se pueden afrontar los grandes desafíos trabajando unidos –“y no sólo”-.

"Los demócratas comprometidos tenemos la obligación de defender la segunda vía, que es la mejor porque es la más inclusiva y, a la larga, la única manera", ha añadido Salvador Illa, lamentando que en Cataluña los gobiernos de los últimos años han priorizado la primera vía que es "típica de populistas que pretenden hablar en nombre del pueblo unido para poder dividirlo mejor". “La democracia requiere tolerancia mutua. Pero la polarización, en su máxima expresión, exalta a los plebiscitos. Aquellos que supuestamente buscan la claridad vigorosa de una decisión taxativa caen en la trampa de una política perezosa: una política que renuncia al diálogo, a la construcción de consensos ya la lenta pero imprescindible tarea de unir a la ciudadanía”.