Rubén Viñuales es elalcalde de Tarragona, después de que la candidatura del PSC ganara de forma clara las últimas elecciones municipales de 2023. Viñuales, que gobierna en solitario, mantiene la mano tendida y ofrece diálogo a todos los grupos políticos, entidades e instituciones que quieran sumar para extraer el máximo potencial a la ciudad de Tarragona, con la mejora de la seguridad y limpieza como principales retos, así como la dignifcación del espacio público y la potenciación de la actividad económica, patrimonial y turística. Viñuales responde a las preguntas de Francisco de la Torre en esta entrevista por l’Endavant!

El PSC vuelve a gobernar en Tarragona, después de un mandato poco productivo por la ciudad. ¿Cómo valor la confianza recuperada de sus vecinos y vecinas?

Es un orgullo para una persona que ha crecido en un barrio obrero, poder ser Alcalde de su ciudad. Es un ejemplo de cómo las políticas socialdemócratas permiten ese ascensor social y es eso a lo que aspiramos. En los últimos cuatro años, la ciudad ha ido sin rumbo y sin ningún tipo de política valiente para revertir algunos de sus problemas estructurales. Tarragona tiene más de dos mil años de historia y con un enorme potencial para descubrir. Creo que lo que queremos toda la ciudadanía es conseguir que Tarragona vuelva a ser esa capital romana.

Y pasados ​​100 días, ¿qué primer balance hace de la gestión del Ayuntamiento?

Estos 100 días nos han servido para empezar a poner los cimientos para la Tarragona del futuro que queremos. Los principales ejes fueron el diálogo, la seguridad ciudadana, la dignificación del espacio público y la potenciación de la actividad económica, patrimonial y turística. También, hemos logrado dar soluciones a algunos problemas endémicos de la ciudad, como iniciar el proceso para instalar colectores para evitar inundaciones en los barrios marítimos de la ciudad y firmar un convenio para la construcción de 126 viviendas de alquiler social.

¿Qué temas le preocupan más a día de hoy de su municipio? ¿Qué cree que le preocupa a sus vecinos y vecinas?

Principalmente son dos temas: la seguridad y la limpieza.

En seguridad, hemos dotado a la Guardia Urbana de más agentes, para potenciar a la policía de proximidad, así como adjudicado la instalación de 35 cámaras de seguridad en diferentes puntos de la ciudad.

Respecto a la limpieza, hemos desatascado la licitación del contrato de limpieza y, después de haber quedado desierto en el anterior mandato, se han presentado cinco empresas. Hasta que lleguen las mejoras de este nuevo contrato de basura, hemos iniciado el proyecto PAM a PAM, un proyecto integral de dignificación del espacio público con el objetivo de intervenir en todos los barrios y zonas de la ciudad de forma intensiva.

¿Qué retos inmediatos tiene para este inicio de curso? ¿Cómo se plantea el mandato?

Tenemos un POUM suspendido desde el año 2021 y, por tanto, el reto más importante del mandato es diseñar la ciudad del futuro. Nuestra apuesta es la del crecimiento urbanístico sostenible pero sostenido. Es necesario aprobar un POUM que se adapte a las nuevas realidades sociales y de crecimiento demográfico, definiendo cuáles deben ser los nuevos barrios a ejecutar y que se protegen los espacios verdes existentes en nuestra ciudad.

El otro reto, más inmediato, es revertir la actual situación económica del Ayuntamiento. Como somos un gobierno responsable, nuestro objetivo es resolver este problema estructural de hace décadas, sin dejar a nadie atrás y cubriendo todos los servicios y espacios a la persona. Otra de las claves es la contención del gasto en las empresas municipales y organismos autónomos, consiguiendo una mayor eficiencia en la gestión económica.

El PSC también está presente en el gobierno de la Diputación de Tarragona y preside el Consejo Comarcal con pactos con diferentes partidos. ¿Cómo es importante la colaboración con estas instituciones y la capacidad de llegar a acuerdos entre diferentes?

Creo en la fórmula del éxito que ha definido a la perfección Salvador Illa: diálogo, negociación y pacto. La fórmula que practicó el presidente Tarradellas, cuando negoció el restablecimiento de la Generalitat. Cataluña es muy plural, como demuestran todos los resultados electorales. De hecho, es cualquier cosa menos un bloque monolítico agitando banderas gigantes. El diálogo es necesario para alcanzar acuerdos entre distintos, siempre desde el respeto a la voluntad de los ciudadanos y desde el marco de convivencia que nos hemos dado entre todos. Como primer partido de Catalunya, el PSC ha liderado este proceso negociador y, efectivamente, hemos llegado a acuerdos para gobernar conjuntamente a la Diputación, los consejos comarcales y muchos ayuntamientos. Éste es el camino, no hay otro. 

¿Qué espera del Gobierno de Cataluña? ¿Existe voluntad de acuerdos y qué proyectos estratégicos necesitan de su colaboración?

Espero mucho aunque no es que sea precisamente optimista a corto plazo. Como muy bien recuerda Salvador Illa, los pactos están por cumplirse y ya va siendo hora de que el Govern de ERC asuma lo que se comprometió a cumplir cuando suscribió el acuerdo de presupuestos con el PSC. Yo soy alcalde de Tarragona cómo saben, pues bien, a qué están esperando para desarrollar el proyecto del Hard Rock en la Costa Daurada que hace años que duerme el sueño de los justos en algún cajón de la Generalitat? ¿A que se acaben poniendo en peligro las inversiones por tanta dilatación y tantas volantazos? ¿Cómo se puede pactar sacar adelante el proyecto con el PSC y al cabo de unos meses votar en contra de este mismo proyecto en el Parlament? ¿A qué están jugando? Pediría un mínimo de rigor. Cuando uno gobierna debe asumir sus responsabilidades y cuando firma un acuerdo debe saber que ha firmado un acuerdo, no una declaración de buena voluntad. Es el mínimo del mínimo que debe exigirse a un Gobierno aunque sea un mal Gobierno, como el del señor Aragonès.

El gobierno alternativo del PSC en Catalunya insiste, como hacía usted ahora, en que el ejecutivo de Pere Aragonès cumpla el acuerdo de presupuestos firmado. ¿Cómo valora la labor de las y los socialistas de Cataluña y qué implica para su ciudad esta política útil?

En resumen: lo que quiere hacer Salvador Illa en Cataluña es lo que yo quiero hacer en Tarragona. La política útil, la que llega a acuerdos, la que transforma la vida de la gente a mejor, la que facilita consensos con quienes discrepan de tus posiciones, la que une y garantiza la convivencia. Para poner Tarragona en marcha necesitamos también poner Cataluña en marcha y, sobre todo, que en Barcelona haya un presidente de la Generalitat -cómo sería el caso de Salvador Illa- que entienda que Cataluña no termina en el Llobregat sino que hay unas comarcas del sur que merecen ser tratadas con respeto, como ciudadanos de primera. Cataluña no puede ser una Barcelona ampliada, Tarragona también es Cataluña y queremos tener el protagonismo que merecemos por nuestra población y por nuestra contribución al PIB nacional. Por tanto, esperamos con mucha ilusión la llegada necesaria del cambio que propone Salvador Illa, quizás incluso más que los ciudadanos de la conurbación de la gran Barcelona.

Finalmente, ¿por qué cree que es necesario repetir un gobierno progresista en España?

Por no retroceder 50 años el reloj de la historia. Creo que los ciudadanos de Tarragona, como los de Catalunya, entendieron a la perfección lo que supondría un Gobierno de Vox-PP en Madrid. De ahí el resultado espectacular del PSC en las elecciones. Todo el mundo a pie de calle sabe que o bien volvemos a tener un Gobierno progresista, reformista y feminista liderado por Pedro Sánchez o bien nos encontraremos al señor Abascal de vicepresidente con Feijóo. Y entonces será demasiado tarde para lamentarlo. Convendría que lo que sabe cualquier estudiante de secundaria lo entendieran también en determinados centros de decisión que no han destacado a menudo por su sentido de la realidad. Convendría también que aquellos que se llenan la boca hablando de "respetar la voluntad democrática del pueblo de Cataluña" repasaran cuáles han sido los resultados de las elecciones en Cataluña. Si lo hacen, no tendrán ni el menor vestigio de duda que los tarraconenses y el conjunto de los catalanes queremos un Govern de progreso liderado por Pedro Sánchez.