Ya me perdonará la ironía del título pero es que durante los últimos diez años parecía que había algunos en Barcelona que se habían olvidado que había vida más allá del Garraf… Y no lo digo como una opinión subjetiva, lo digo porque al hora de invertir en los presupuestos de la Generalitat las comarcas tarraconenses y ebrencas hemos sufrido una desinversión flagrante, descomunal. Así, durante estos últimos 10 años las inversiones en Camp de Tarragona se redujeron a unos escasos 45 millones de euros al año de media. Una cuantía claramente inferior a nuestras necesidades y también muy insolidaria respecto a las aportaciones que realizan nuestras comarcas al PIB catalán.

Ésta era la tristísima realidad. Como sabe también los y las socialistas nos comprometimos a revertir esta injusticia. Dicho y hecho, no ha sido necesario ni siquiera que estuviéramos en el Gobierno de la Generalitat, sólo hemos tenido que negociar los presupuestos con un Gobierno débil como el del señor Aragonès para volver a situar las comarcas tarraconenses y ebrenses en el mapa de las inversiones del Gobierno de la Generalitat. Porque, efectivamente, el sur existe.

En consecuencia, los presupuestos que acabamos de cerrar con el Govern permitirán aumentar las inversiones en nuestro país en temas tan importantes como la sanidad y la educación públicas, la movilidad o la investigación y la innovación. No quiero aburrirse con el largo listado de inversiones concretas, tan sólo quiero mencionar las inversiones destinadas al hospital Juan XXIII de Tarragona, a los hospitales del Vendrell y Tortosa, en el CAP de l'Arboç, en la escuela de Vila -redonda, los tres nuevos juzgados territoriales y el Foro de la Justicia de Tarragona, y así un largo etcétera.

¿Recuerda que le decía que las inversiones se habían reducido a 45 millones de euros? Pues bien, estos presupuestos negociados por el PSC suponen una inversión en nuestras comarcas de 125 millones de euros. Y como diría el clásico: no hace falta decir nada más…

Pero gobernar exige, no enviar cartas al presidente de Kosovo, sino hacer frente a las necesidades del presente previendo los retos del futuro a medio y corto plazo. Por eso hemos incluido en los presupuestos, por ejemplo, una partida de 5 millones de euros para el futuro centro de descarbonización (capital para nuestra industria química y los miles de puestos de trabajo que genera) o inversiones concretas para el tranvía del Camp de Tarragona, que nos permitirá desarrollar una movilidad eficaz y, a la vez, sostenible.

Mirad, como siempre digo tenemos un territorio que lo tiene todo para triunfar. Somos una de las regiones europeas donde podemos tener mejores parámetros de calidad de vida, es decir, donde se puede vivir mejor. Ahora bien, para ello necesitamos un Gobierno en Barcelona que crea en nuestros potenciales. Necesitamos también profundizar en la política útil -la política en positivo-, la que no insulta, la que no discrimina, sino que se arremanga para lograr resultados concretos que se traducen en la vida real de la gente.

Por eso es tan importante que en estas próximas e inminentes elecciones al Parlament el PSC de Salvador Illa pueda hacer posible el cambio que se palpa y se pide a pie de calle. Somos un valor seguro, los de la política útil. Y lo demostramos no con palabras que lleva el viento, sino con hechos concretos.

Si somos capaces de aportar este balance de resultados desde la oposición, ¿se imaginan todo lo que podemos llegar a hacer -con su apoyo- desde el Gobierno? Pues de tu voto depende. En todo caso, ahora sí, las comarcas de Tarragona vuelven a estar -con mayúsculas- en el mapa de las inversiones de la Generalitat.