Ramón Espadaler i Judith Alcalá son los responsables de Seguridad y Convivencia en el Govern Alternatiu de Cataluña. Marc Cruces es asesor en el grupo parlamentario Socialistes i Units per Avançar al Parlament de Catalunya. 

 

En un contexto como el actual, de profundos cambios demográficos, sociales, económicos y sociológicos, establecer el marco de relación y coordinación entre los distintos cuerpos policiales que dependen de las administraciones catalanas es absolutamente fundamental. Una correcta interacción entre el Cuerpo de Mossos d'Esquadra, cuerpo que es y debe seguir siendo el cuerpo policial de referencia en Cataluña, Cuerpo de Agentes Rurales y Policías Locales, así como con el resto de cuerpos de policía estatales es algo necesario para dar respuesta a todas las problemáticas a las que se puedan enfrentar nuestras sociedades.

Con este objetivo, el Govern Alternatiu de Catalunya acaba de aprobar un documento de bases para una Ley de sistema de policía de Cataluña, un instrumento que debe servir para alcanzar los objetivos anteriormente mencionados y que requiere de un consenso político (entre los principales grupos parlamentarios) , institucional (con el mundo local) y también entre los agentes sociales, particularmente los sindicatos policiales.  

El Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006 confiere a la Generalitat la ordenación de las policiales locales, mientras que el Estatuto de 1979 le otorgaba la potestad de coordinar las actuaciones de éstas. Se trata, por tanto, de un salto competencial de considerable importancia, que debería haberse acompañado de un nuevo marco normativo. Sin embargo, la situación es muy diferente, ya que las policías locales y la Guardia Urbana de Barcelona todavía se rigen por normativa de más de treinta años.

El Govern Alternatiu considera que el sistema de policía de Cataluña debe regirse por trece principios fundamentales e irrenunciables: eficacia y eficiencia, colaboración y cooperación entre administraciones y cuerpos policiales, proximidad, pleno respeto a la autonomía local, participación ciudadana , transparencia, atención especial a los colectivos vulnerables, respecto al código ético de la policía de Cataluña, incorporación de la perspectiva de género y la feminización, apuesta decidida por la interculturalidad, formación única, continuada y de calidad, así como la separación entre las esferas política y policial y la sostenibilidad social y ambiental.  

La Ley del sistema de policía de Cataluña, que debe ocuparse particularmente de los municipios que no disponen de policía local, además, deberá abordar aspectos como el sistema unificado de selección de personal, la unidad de deontología y de asuntos internos que apoyen a las policías locales, la unidad de evaluación de servicios, los procedimientos normalizados de trabajo a disposición de los cuerpos policiales, la planificación de la seguridad, el uso de las nuevas tecnologías y el uso de armamento. También la creación de órganos para la protección de colectivos vulnerables, las encuestas de victimización, el impulso a la mediación y prevención, los servicios conjuntos entre policías locales y el Cuerpo de Mossos d'Esquadra y la validación de los mecanismos de control internos y externos de la policía.

Estos objetivos deben trabajarse desde unos valores irrenunciables y que son inherentes a la actuación policial, como son el compromiso, la integridad, la imparcialidad, la voluntad de servicio, la profesionalidad y la ejemplaridad.

Documento de bases para una ley de sistema policial de Cataluña