Por Josep Monràs
Vivimos en una sociedad que cada vez se fragmenta más y en la que el exceso de protagonismo y de sectarismo hacen perder oportunidades de cara al futuro de Catalunya. Ejemplos como la pérdida de inversiones en el Aeropuerto del Prat, o la posibilidad de volver a ser el centro de atención, como ya lo hicimos, organizando unos Juegos olímpicos, hacen que nuestro futuro tenga una mirada corta y por tanto no nos proyecte hacia el futuro con firmeza y convicción.
Aunque quizá no tenga la misma dimensión que los dos ejemplos que he mencionado, quiero poner de relieve un hecho ejemplificante de lo que debería ser el correcto funcionamiento y las formas de hacer, poniendo como premisa el interés general por encima de intereses partidistas y endogámicos. El ejemplo de dos entidades que representan tanto el deporte en edad escolar (42 consejos deportivos), como el conjunto de las federaciones deportivas (71 federaciones deportivas) que durante mucho tiempo se han mirado con recelo y que, finalmente, han tenido la voluntad de sentarse y mirar al futuro en beneficio del deporte del país.
El 19 de Julio, en el Museo Olímpico de Barcelona, se firmó el protocolo para la creación de La Unión de Deportes de Cataluña por parte de la Unión de Federaciones Deportivas y de la Unión de Consejos Deportivos con la voluntad, entre otras cosas y explicitada por los dos presidentes firmantes, de buscar la mejor forma de que el deporte de este país tenga más recursos y más fuerza , por poner el deporte como un pilar fundamental del estado del bienestar.
El sitio ya de por sí es significativo y también el momento la celebración del 30 aniversario de los JJOO de Barcelona. Unos juegos que tuvieron la colaboración y la complicidad de todas las administraciones, así como el liderazgo de lo que era alcalde de Barcelona, en Pasqual Maragall, dejando a un lado las diferencias y discrepancias para unirse al objetivo de los Juegos como un proyecto de todos y para todos.
Personalmente, creo que la Unión debería ser el catalizador de todo el movimiento asociativo deportivo no lucrativo de Cataluña: Consejos Deportivos, Federaciones, deporte en edad escolar, deporte federado, deporte popular… Y también debe convertirse en el palo de pajar de la su representatividad, siendo un instrumento para colaborar con el gobierno, pero también para exigir y reclamar aquellas cuestiones que hace tiempo que se reivindican, como la de una mejor y más estable financiación.
Delante tenemos muchos retos: uno es la comentada financiación, pero no menos importante es lo que debe ser la nueva norma del deporte catalán, La Ley del Deporte, que todavía está en Parlament de Catalunya y donde el consenso de propuesta debería impulsar su aprobación para blindar y poner de manifiesto la importancia que tiene la actividad física y el deporte para nuestra sociedad, tanto desde el ámbito de la salud como de el empleo, la actividad económica que genera, la educación, y el elemento de integración y transmisión de valores que significa. Esto es hoy en día una realidad incontestable. Por tanto todo lo que seamos capaces de invertir en este ámbito tendrá un efecto multiplicador en todos los sectores de la población.
Consenso y liderazgo, dejamos al lado aquellas diferencias que no nos permiten avanzar y pongámonos a trabajar para hacer posible que La Unió sea una realidad y podamos relanzar el Deporte en Cataluña.
