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“Tras los pasos de la Memoria”

30 de diciembre 2022

"Tras los pasos de la Memoria"

Redacción

El pasado 14 de diciembre, el PSOE presentó el documental "Tras los pasos de la Memoria”, dirigido y guionizado por Eduardo Muñoz Crespo. Un documental muy recomendable para entender -por parte de aquellos que aún no lo han entendido- cuáles son los objetivos de la Ley de Memoria Democrática impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez y, sobre todo, para entender las razones y los motivos que impulsan a los familiares de los miles de represaliados y represaliadas por el franquismo, de los miles de asesinados y asesinadas de forma injusta por el régimen dictatorial que sufrimos durante 40 años en España, para reclamar la localización, exhumación e identificación de sus familiares, que todavía hoy yacen enterrados en cunetas y fundiciones comunes.

Lo que el líder del Partido Popular, Núñez Feijóo, calificó hace poco como “una pelea entre abuelos”, fue una guerra civil cruel, con muchas víctimas, que se multiplicaron tras la guerra por la vil acción de los vencedores, que se esforzaron en eliminar, de la forma más terrible posible, a las personas que identificaron como peligrosas para la consolidación del régimen franquista. Imputándolas, como coartada, cantidad de delictes y acciones que no cometieron, para poder justificar así su asesinado. Y sembrando el terror en muchos pueblos y ciudades, para conseguir amordazar y manejar cualquier atisbo de disidencia u oposición. Así actuó el franquismo, aunque algunos lo quieran reducir a una pelea entre abuelos.

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, que participa en el documental, en una sesión de control al Gobierno en el Congreso, ya contestó estas palabras de Feijóo preguntado a una señoría del PP “con qué abuelo se peleó Federico García-Lorca”, por ejemplo. Pero como Lorca, toda la gente que sigue en fundiciones y cunetas. Precisamente es, a través de los familiares de algunos y algunas de las asesinadas por el franquismo, que el documental rememora los hechos ocurridos durante y después de la Guerra Civil en España. Viajando por distintos puntos de España, donde se hayan algunas de las fundiciones comunes con más asesinados y que, gracias a la Ley de Memoria Democrática y al compromiso del Gobierno de Pedro Sánchez con la dignidad y la justicia, hoy se están exhumando.

El memorial de Calatayud; el Barranco de Cortasogas o de la Bartolina; la fundición de Espartinas; el cementerio de Camas; Cangas del Narcea; Farasdués y Uncastillo; la fundición 114 de Paterna… son los escenarios en los que transcurre este documental y son sólo una pequeña muestra del horror de cunetas, barrancos y fundiciones comunes que se expanden por toda España.

Pero más allá de los escenarios, lo importante es lo que los familiares de asesinados que participan en el documental explican. El asesinato de Agustín Calvo, trabajador de una azucarera en Calatayud… O los más de 1.500 asesinados que yacían en el Barranco de Cortasogas y que uno alcalde desalmado desenterrado y volvió a enterrar bajo un vertedero; las represalias y el juicio, hoy anulado gracias a la Ley, a Jaime Baena y el señalamiento a su madre, María la Roja; el asesinato de Manuel Escobar, afiliado al PSOE, al que su hija acicate durante años, por si regresaba, cada noche; el asesinato de los maestros republicanos Ceferino Farfante y Balbina Gayo, relatado por su hija, Hilda, con ese “mientras me quedo voz, hablaré de mis muertos… mientras a mí me quede voz, no callarán a mis muertos”; la historia de las 10 rosas de Uncastillo (Lorenza, Narcisa, Inocencia, Julia, Isidora, Melania, Felisa, Andresa, Leonor y Josefa), asesinadas en su mayoría por ser madres, mujeres o familia de activistas políticos; el asesinato de Juan Manuel Contreras, por ser durante 23 días teniente de Alcalde de Godella o, finalmente, el asesinato de Juan Álvarez, fusilado y echado en la fundición 114 de Paterna, una de las que más muertos acumulaba (casi 200) y que hoy ya ha sido exhumada, encontrándose en fase de identificación de los restos hallados y que protagoniza las últimas imágenes del documental.

En todas las entrevistas, las familias hablan de cuál es su objetivo. No buscan ni indemnizaciones, ni medallas… No hablan desde el rencor, ni con voluntad de enturbiar la convivencia. Hablan desde la necesidad de saber qué le pasó a sus familiares, de que se conozca la historia de España, de que no se acuerda lo que pasó durante la Guerra Civil y el Franquismo y desde la necesidad de poder enterrar con dignidad a sus muertos. Quieren memoria y justicia. En palabras del ministro de Cultura y Deportes y secretario de Laicidad y Memoria Histórica del PSOE, Miquel Iceta, reclaman el “derecho a poder llorar su pérdida, el poder projectar su dolor sabiendo muy bien cómo acabó la persona a la que echas de menos, realmente es muy importante”. Estamos hablando, por tanto, de derechos humanos, de los asesinados y de sus familias, que no se pueden poner en cuestión.

El documental cuenta también con las aportaciones de entidades memorialistas, que llevan años luchando y reclamando, para restaurar la memoria democrática en España, así como de los principales actores políticos que han trabajado en su impulso: Pedro Sánchez, presidente del Gobierno; Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno cuando se inició la tramitación de la Ley y Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

El documental termina, como decíamos, con las imágenes, por fin, de la exhumación de la Fosa 114 de Paterna. Un hecho histórico para las familias de los allí sepultados por el franquismo, que sirve como ejemplo de la ingente tarea de recuperación de la memoria, dignidad y justicia que teme ante el Estado. Como dice el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con esta ley el Estado se hace responsable de recuperar estos cuerpos y devolver la dignidad a las víctimas, pudiendo por fin homologar la democracia española a lo que ocurre en otros países, que también sufrieron dictaduras y en los que ni hay monumentos y calles dedicadas a los dictadores y ejecutores, ni se amaga la historia.

Hilda Farfante tira de Saramago y de su "somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir", para explicar por qué no debemos olvidar como sociedad lo que pasó. Jaime Baena dice “ni medallas, ni dinero, ni nada de eso… verdad y memoria”. Mariano Yagüe lo resume así: “todo pueblo que olvida su historia, está condenado a repetirla”. Distintas frases para describir el mismo objetivo: memoria, dignidad y justicia.