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Propuestas para el impulso de la gestión forestal

27 septiembre 2022

Govern Alternatiu de Catalunya

Cataluña es un país de bosques. Más de la mitad de su superficie está ocupada por terrenos forestales: prados, matorrales, baldíos naturales y sobre todo bosques. Se ha extendido la idea de que la superficie forestal se está reduciendo, pero ocurre todo lo contrario. La superficie forestal en Cataluña va incrementándose año tras año. El abandono intenso y progresivo de la actividad agraria y ganadera hace que el bosque avance.

El cambio climático, que se ha convertido en una realidad con el incremento de temperaturas y calores extremos durante muchos meses, y la falta de pluviometría, hace que el bosque tenga unas condiciones y crezca en unas condiciones idóneas para la existencia y la propagación de incendios forestales.

En la actualidad, los bosques en Cataluña tienen ciertas características agravadas por la sequía y la falta de gestión:

  • Bosques de alta densidad.
  • Estancados en su crecimiento, inestables, diámetros pequeños, carencia de masas adultas, regeneración deficiente.
  • Desestructurados y con elevada continuidad de combustible, vertical y horizontal.
  • Muy vulnerables a los incendios.

Los últimos incendios producidos en Cataluña han puesto de manifiesto el peligro real de un incendio de
gran magnitud, de sexta generación, imposible de apagar. Tal como se dice en elinforme sobre
incendios aprobado por el Govern Alternatiu
, los incendios de sexta generación aparecen en la segunda
década del presente siglo y son una consecuencia del cambio climático. Se caracterizan por el hecho
de liberar tanta energía que acaban modificando la atmósfera, beneficiándose de ella, generando
tormentas de fuego. Es difícil predecir su evolución y tienen una alta capacidad de colapsar los
sistemas de extinción. Los casos más paradigmáticos los hemos visto en Grecia o en California en 2018.

La mejor herramienta contra estos incendios es la gestión forestal, el impulso del mosaico agroforestal,
compaginando diferentes actividades económicas y usos del suelo. Desde la protección de los paisajes
agrarios singulares, hasta cuidar los límites de frentes urbanos, pasando por la recuperación
de espacios agrícolas abandonados.

El mosaico agroforestal, según los expertos, en estos momentos debería comportar la
reducción de 15.000 ha de bosque, estratégicamente situadas para romper con la continuidad
de las masas boscosas que pueden comportar un mayor riesgo de incendios.

Pero es evidente que no sólo el impulso de la gestión forestal favorece la prevención de los
incendios, sino que refuerza un sector económico, el de la silvicultura y la gestión forestal, que puede
ser una fuente de creación de progreso económico en zonas de Cataluña donde no abundan.

Por estos motivos, el Govern Alternatiu de Catalunya presenta estas Propuestas para el impulso de la gestión forestal