Producción alemana de 147 minutos de duración, dirigida por Edward Berger, conocido por el largometraje Jack (2014) y por la serie El Terror (2018), adaptación de la novela homónima de Dan Simmons; y protagonizada por Felix Kammerer y el actor hispano-alemán Daniel Brühl. La película se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto y posteriormente pasó a Netflix, donde se estrenó el 28 de octubre de 2022. La cinta fue una de las ganadoras de la última edición de los premios Oscar con los galardones a mejor película extranjera, mejor fotografía, mejor banda sonora y mejor diseño de producción. También recibió el premio a mejor película y mejor director en los premios BAFTA. La cinta ha tenido una buena recepción de público y crítica, con un 7,8 en el IMDb y un 7,2 en Filmaffinity.
La novela antibelicista de Erich Maria Remarque, publicada en 1929, recogía su experiencia como soldado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial y recogía el horror y el terror que sufrieron todos los soldados que van participar en ese conflicto y que los traumatizó durante muchos años después de su final. Ante los estallidos de violencia limitada en el tiempo y en el espacio de las batallas que caracterizaron los conflictos anteriores, en la Gran Guerra se impuso la potencia letal de armas nuevas, el terror de los gases asfixiantes, la aparición aviación como herramienta de destrucción y de los blindados. El conflicto se eternizó y se enquistó en una ida y vuelta continua de millones de hombres a lo largo de un frente de miles de kilómetros de largo, pero únicamente con cientos de metros de una anchura cubierta de trincheras, alambre, minas antipersonas y francotiradores. Remarque tuvo el talento de captar la brutalidad y la falta de sentido de un conflicto que transformó a los soldados en máquinas programadas para matar y sobrevivir, que luchaban por no perder totalmente su humanidad.
El hecho de que la novela se convirtiera rápidamente en un referente de la denuncia del sinsentido de la guerra, propició que Hollywood se interesara rápidamente por su adaptación y en 1930 se estrenó Sin Novedad en el Frente de Lewis Mileston, protagonizada por Lew Ayres, que tuvo una magnífica acogida de crítica y público, y se ha erigido en un clásico de la historia del cine, con gran influencia en cineastas posteriores, como en la duología antibelicista de Stanley Kubrik, formada por Senderos de gloria (Senderos de gloria) El Full Metal Jacket (La jaqueta metálica).
En 1979 el director Delbert Mann presentó su adaptación en una película para televisión con el mismo título y con un reparto estelar integrado por Richard Thomas, Ernest Borgnine, Donald Pleasence y Ian Holm, entre otros. El resultado no estuvo a la misma altura de la cinta de 1930, pese a ganar el Globo de Oro a mejor película por televisión, pero recogía con fidelidad el espíritu de la novela.
La tercera adaptación cinematográfica viene de la mano de una producción, un director y un reparto alemanes, que han contado con muchos medios y con todo el potencial de la técnica moderna para ofrecer un retrato crudo y brutal de la guerra que transporta al espectador en medio de la lucha en las trincheras mediante un tratamiento casi expresionista de las imágenes que permiten “probar” el sabor de la tierra y sentir la conmoción de los impactos de la artillería. El espectador puede sentirse en medio de los combates y empatiza con los protagonistas que, por encima de la brutalidad de matar o morir, intentan sobrevivir y conservar algo de su humanidad, no únicamente con sus compañeros, sino también con los enemigos , que matan por no morir.
A diferencia del cine bélico más convencional, y popular, aquí no podemos encontrar buenos ni malos, no hay causas justas y causas injustas, no hay épica ni en la victoria ni en la derrota, únicamente encontramos sangre, dolor , brutalidad y suciedad. En la novela de Remarque y en la película que nos ocupa, la guerra no es un poema de Kipling ni un videojuego donde todo es aséptico, impersonal y distante; la guerra es la negación de la humanidad, es la degradación total de la persona hasta perder el contacto con la realidad y la normalidad de la vida fuera del conflicto.
En este sentido, nada nuevo en occidente forma parte de la mejor tradición del cine antibelicista, como las adaptaciones anteriores de la misma novela, las películas citadas de Stanley Kubrik y otras obras maestras como Apocalipsis ahora de Francis Ford Coppola. Una visión muy recomendable.
F.G.L.
Eduardo Berger (Wolfsburg, 1970) es un guionista y director de cine alemán, graduado en la Universidad de Nueva York, que empezó su carrera realizando cortometrajes y trabajando en la productora independiente Buena máquina, donde participó en proyectos de Ang Lee y Todd Haynes. Desde 1997 vive y trabaja en Barcelona, donde ha centrado su actividad como guionista y director de series de televisión. Ha dirigido varios episodios de la serie policíaca alemana Tatort y los primeros capítulos de la serie Deutschland 83, y es el responsable de la serie El Terror, adaptación de la novela homónima de Dan Simmons. Entre sus largometrajes destaca Jack, que recibió varios premios en Alemán