La industria siempre ha sido el palo de pajar del crecimiento económico y la inclusión social en nuestro país. Cataluña ha sido motor de la economía española y la industria catalana ha liderado históricamente procesos de primera magnitud para la transformación innovadora de todos los sectores económicos, más allá de la propia industria.
Entre las virtudes de contar con una economía industrializada, destacamos algunas muy relevantes:
– Mejor resistencia frente a crisis económicas, pandemias y problemas de suministros que hemos vivido en los últimos años.
– Mayor capacidad innovadora que el resto de sectores económicos.
– Empleo más estable y mejor remunerado.
- Sector tractor y motor del resto de sectores económicos.

Hoy, la economía catalana, especialmente en el ámbito industrial en un sentido amplio, así como también en los servicios, el comercio y el turismo, se encuentra en un momento de profunda transformación por la confluencia de diversos factores que requieren un posicionamiento político y un Gobierno que se ocupe, diferente del que hasta ahora ha propuesto y ejercido el Gobierno de la Generalitat, muy alejado de estos temas.
Para afrontar la complejidad del momento actual, sea por la situación de crisis derivada de la pandemia, la falta de suministros y aumento de precios o el impacto de la guerra en Ucrania, como por la necesidad de afrontar los retos digital, verde y demográfico que emanan de las exigencias de preparar la industria y su perímetro de actividades para hacer frente a una nueva realidad, son necesarias urgentemente políticas creíbles que partan de un nuevo enfoque basado en el rigor, la innovación, la transición digital y ecológica, la concertación social y la calidad del empleo, entre otros factores

Por estos motivos el Govern Alternatiu de Catalunya presenta este Plan de Estrategia Industrial en Cataluña 2022-2025