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LOS TERCERISTAS

3 de diciembre 2021

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El artículo de Joan Canongia.

Los socialistas catalanes, a lo largo de nuestra historia, seguro que hemos cometido muchos errores y también aciertos. Entre los últimos, la enseñanza inclusiva que no segrega por razones de lengua. Sin duda, la autoridad y la tozudez de la pedagoga Marta Mata fueron decisivas para que los nacionalistas no replicaran el modelo de enseñanza vasco. Un modelo de éxito, según nos dicen, lo que se contradice con las afirmaciones de que el catalán está en regresión. Estoy tan convencido de que el problema del catalán no está en la escuela, como que el problema de la escuela no es el catalán. Sin embargo, los problemas de ambos no se resuelven con sentencias judiciales. Que Cataluña está rasgada por razones de lengua, queda patente con asuntos como este o el autoengaño de las plataformas digitales, y se hace urgente que los no nacionalistas rehagamos ahora y aquí el pacto, predemocrático, que afirmaba que catalanes lo somos todos, hablamos la lengua que hablamos.

Leyendo el libro de Cayetana Álvarez de Toledo, eres consciente de hasta qué punto los socialistas catalanes nos equivocamos dejando que continuara la tramitación del Estatuto del siglo XXI sin el apoyo al Parlamento de Josep Piqué. Con el vértigo del momento no previeron las consecuencias de nuestros actos, nos asustamos y tomamos la decisión más fácil, pasar el balón a Les Corts y que estuviera allí donde se recondujera la situación. Mirado con la perspectiva que te da el tiempo, ¡un error mayúsculo! Sirvimos a la derecha española una inmensa pista de despegue para revanzarse de su derrota autoinfligida fruto de la inexplicable posición hacia la guerra de Irak. ¡Qué diferente habría sido si el PP hubiera aprobado el Estatut en el Parlament, y que cerca estuvimos! Sólo habría que hacernos valer ante los nacionalistas, y no permitir aprobar un documento, de máximos, que todos éramos muy conscientes de su inviabilidad en la Constitución. Tanto lo sabíamos que dejamos que el propio Mas fuera quien pactara la nueva redacción con Zapatero. Un acuerdo que podríamos haberle avanzado aquí con Piqué y así desmontar el nacionalismo español. Cierto es, que después de este pacto, el PSC tuvo el mayor apoyo electoral que nunca nadie ha tenido en la historia de Catalunya, pero ¿a qué coste?

Nos serán necesarias generaciones para devolver el monstruo dentro de la lámpara y mientras tanto los dos nacionalismos continuarán haciéndose la víctima. El problema catalán sólo se resolverá cuando la derecha española acepte el título octavo de la Constitución en su redactado y espíritu. Es evidente que en la situación actual es una quimera, pero, si en el pasado estuvimos cerca, nadie nos puede decir que en el futuro no se vuelva a repetir, sólo hace falta que cuando se produzca seamos suficientemente inteligentes para ver lo.

Es obvio que para llegar falta mucho tiempo. Por eso es necesario que primero arreglemos la situación aquí, es necesario que nos dejemos de blogs, de unos contra otros y los no nacionalistas, independentistas incluidos, nos dedicamos a hacer política tercerista* que tanto enciende los nacionalismos enfrentados.

*Tercerista: término que utiliza Álvarez de Toledo para definir los que quieren dialogar.