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El Cavall Bernat, qué manía

2 septiembre 2022

Artículo de Miquel Ylla, médico-cardiólogo jubilado y secretario de organización del PSC de Vic. Publicado el viernes 2 de septiembre de 2022.

“¡Qué blasfemia la de transformar en palabras un copo de nieve, qué profanación la de moldear en frases el esfuerzo angelical de un vuelo!” Quien nos habla de blasfemia y de profanación es Ana Blandiana, la rumana que confiesa que no es escritora, que sólo es poeta, porque tan sólo sabe transcribir lo que vive. La poetisa rumana sabe muy bien que sólo puede salvarse a través de la escritura y por eso escribe, escribe y escribe, sabiendo y afirmando que es pecado hacer perdurar el copo de nieve sin dejarlo fundir y hacer permanecer las palabras para que el vuelo angelical del pájaro perdure y no se desvanezca.

“¿No te parece como si estuviera encabritado, como si le estorbaran bocado y brida? Pues vítalo bien que es el Caballo Bernat”. Josep Maria de Sagarra, el escritor poeta, probablemente no tuvo tantas dudas como Blandiana, porque esta roca monolítica, la más esbelta y bonita de la cordillera montserratina, al menos de momento no se fundirá como el copo de nieve y no se detendrá como el vuelo del pájaro.

“…Una espalda que se vincula para anular el trozo vertical, unos pies que se apuntan y desaparecen, y pronto toda la masa rocosa, toda la aguja con sus alargadas paredes quedan bajo los pies de los trepadores”. En el cuello, a mediodía del 27 de octubre de 1935, los escaladores Boix, Costa y Balaguer se preguntaban si serían capaces de realizar la crónica de la primera escalada que acababan de realizar en la hermosa aguja. Por fortuna escribieron y engendraron de la nada el mundo de La primera ascensión al Caballo Bernat de Montserrat, un mundo literario, un mundo que con el de Sagarra, el de Verdaguer y el de tantos y tantos otros, ha convertido la aguja en paisaje, en literatura, en poesía, en sentimiento.

Qué sufrimiento en mi primera en el Caballo. Del collado estando en ningún momento he sabido si lo que tenía delante era una muela de piedra o un sentimiento, y después, escalando, bien agarrado de cara a la roca, nunca he sabido si la toma que la mano buscaba era piedra o letra, si el diedro de la Berruga era vía, línea o párrafo; si subía, escribía o sólo leía, y arriba y arriba, hasta arriba, hasta que he visto que tenía toda la aguja bajo los pies, hasta que he abrazado a la virgen morena, hasta que he sabido que yo ya era un fragmento, o una letra, o una página de la historia de esa piedra de la mente, qué locura; el Cavall Bernat, qué manía…

Cordada: Jordi Bou y Queló Ylla, vía normal, 17 de noviembre 2017

Miquel Ylla

Médico cardiólogo jubilado y secretario de organización del PSC Vic