La política catalana gira constantemente en torno a la independencia, todo el día estamos hablando del proceso, del Estado opresor, de si el presidente fugitivo ha dicho esto o ha hecho aquello, pero casi nunca hablamos de las cosas que ocupan y preocupan mayoría de los ciudadanos, que cada vez están más hartos de esos debates que no llevan a ninguna parte.
Cuando se empieza a hablar de cosas concretas, curiosamente, siempre es responsabilidad del Estado opresor que esto o aquello no funcione. Nos ha quedado claro a todos que dieciséis hectáreas de terreno húmedo son mayores que la ampliación del aeropuerto. Yo me pregunto cuántos de los que se manifestaron y han conseguido que se rompa el acuerdo por su ampliación, conocen la existencia de los humedales de la bóbila de Santpedor, o cuántos han visitado los humedales del Empordà. Lo curioso del caso es que este verano conocimos que el Govern, tan preocupado como está por los espacios húmedos, había dejado perder una subvención multimillonaria para rehacer el delta del Ebro de los estragos realizados por las fuertes tormentas. El Estado opresor es insensible al medio ambiente, pero a la hora de la verdad no sabemos qué hacer con el dinero.
Un segundo ejemplo de la semana pasada, el Gobierno reconoció que tenía cerca de 70.000 vacunas caducadas y cerca del millón sin poner, lo que significa que en pocos días estaremos sobre esa cifra de caducadas. No hace falta recordar lo que se llegó a decir del Estado sobre las vacunas, incluso algún iluminado proponía comprar la famosa vacuna rusa y dejar de lado a los opresores. No hace tanto tiempo del gran follón, porque les tuvieron que exigir que se vacunara la Policía y Guardia Civil al igual que se hacía con los Mossos.
También la última semana supimos que de los más de 26.400 jóvenes que en junio no tenían plaza en la formación profesional, ahora en septiembre «sólo» quedan 1.300 sin ellos. Sabemos que en verano el Departamento ha creado 6.400 nuevas plazas y ha ampliado el ratio por aula a 33 alumnos y ampliado conciertos privados. ¿Dónde están los 18.700 restantes? El Departamento dice que hay 4.000 en módulos no solicitados. ¿Y el resto? ¿Qué porcentaje del 17% de abandono escolar corresponde a la mala gestión del Departamento? Con el paro juvenil que tenemos la formación profesional es una alta prioridad y el país no puede permitirse estas faltas de previsión y planificación.
Otro ejemplo, esta semana hemos sabido que durante las 5.400 manifestaciones y concentraciones que se produjeron en 2020 en Cataluña, los Mossos, como policía integral, levantaron acta de 1.200 infracciones que fueron enviadas a la Dirección General de Administración de Seguridad. Ninguna de estas, 0, merecieron por parte de la Dirección General ni siquiera la apertura de un expediente administrativo, ni soñarlo, con una sanción. ¡Ni un solo expediente! Si un gobierno no tramita ni una sola denuncia cómo puede pedir a los 17.000 miembros del cuerpo que trabajan por nuestra seguridad estén motivados.
Cataluña puede hacerlo mejor y debe hacerlo mejor.