Aurora Picornell Femenies tenía 24 años cuando fue asesinada. Sólo dos años antes había organizado la primera manifestación feminista, coincidiendo con el día de la mujer trabajadora, en Mallorca, ciudad en la que vivía y militaba. Luchadora incansable de los derechos de las mujeres (y de los trabajadores y de las trabajadoras), recorría pueblo por pueblo toda la illa denunciando los abusos que muchos patrones cometían sobre sus trabajadoras. También era una activista cultural que ayudaba a aprender a leer a las mujeres que no se habían escolarizado y cuestionaba el rol tradicional al que la mujer «reina de la llar» había sido recluida por el machismo reaccionario de la derecha de la época.
Todo ello le aseguró el odio eterno por parte de los fascistas y enemigos de la libertad. Fue una de las primeras detenidas en triunfar el golpe de Estado militar en elilla y fue brutalmente asesinada, junto con otras cuatro mujeres (entre ellas una madre y sus dos hijas), por parte de los verdugos que se presentaban como «caballeros cruzados defensoras de la civilización cristiana occidental». Con casi total seguridad fue torturada, vejada y violada por sus asesinos.
La memoria popular dice que al enfrentarse con los fusiles de los cobardes fascistas les dijo: «¿Pueden matar a mujeres y niñas, pero y las ideas? ¿Con qué balas mataréis las ideas?». Todo un ejemplo de integridad moral frente a una banda de sicarios.
Pero no acaba aquí la tragedia porque cuando, recientemente, el ayuntamiento de Palma de Mallorca ha querido homenajear, como merece, la memoria y el ejemplo moral de Aurora Picornell, Vox y el PP lo han impedido votando en contra de nombrar -la como afilla ilustre de Palma. Repito, Vox y el PP del 'moderado' señor Feijoo.
Quiero poner este ejemplo, uno entre mil, para glosar sobre todo a las chicas y chicos más jóvenes que la lucha de las mujeres en defensa de su dignidad es una lucha heroica regada con sangre, donde mujeres valientes como Aurora perdieron la vida de la forma más cruel. No es un regalo otorgado de nadie. Nunca lo olvidemos y no seamos cómplices de la cobardía moral de Vox y PP.
Este 25 de noviembre afianzamos nuestro compromiso por erradicar la violencia machista y priorizar las políticas centradas en los derechos de las mujeres. Tenemos un Gobierno feminista liderado por el Partido Socialista que, pese a los obstáculos de la derecha, seguirá avanzando por ganar en derechos y libertades. Los próximos pasos, en este sentido, pasan por crear centros de asistencia a las mujeres víctimas de la violencia machista las 24 horas del día –tengamos presente que en nuestro país se denuncia una violación cada tres horas y media y que tan sólo se denuncian un 11% de las violaciones–. Asimismo, debemos castigar penalmente el proxenetismo que hace posible la prostitución y que propicia que en estos momentos haya cerca de 45.000 mujeres explotadas sexualmente en el conjunto de España (al menos 500 de ellas en la provincia de Tarragona). Lograremos que a las mujeres víctimas de la prostitución se les reconozca la condición de víctimas y que puedan acceder a los derechos de asistencia integral que reconoce la nueva legislación sobre libertad sexual que ha impulsado el Gobierno. Lo haremos, a pesar de los gritos histéricos de Vox.
Debemos hacerlo por nosotros, por nuestras hijas e hijos pero también por las compañeras como Aurora que abrieron camino cuando hacerlo implicaba, trágicamente, perder la vida a manos de aquellos que aún ahora consideran la dictadura franquista como "un período de progreso" o que afirman que las mujeres víctimas de la violencia machista "son un invento del gobierno social-comunista de Pedro Sánchez".
Y no. Reiteramos hoy que sin derechos no hay igualdad real y que sin igualdad real no hay libertad. Por eso feminismo y socialismo son sinónimos y por eso seguiremos luchando por conseguir, finalmente, una sociedad libre de violencia machista. El feminismo es libertad.
Sandra Guaita. Diputada en el Congreso